El actual candidato a la presidencia de Honduras por el Movimiento Independiente Dignidad y Esperanza (MIDE) dijo que es objeto de intimidaciones por parte de fuerzas de seguridad del Estado en represalia a su constante denuncia contra el narcotráfico, que incluye directamente al exdiputado Antonio 'Tony' Hernández, pero también por sus aspiraciones políticas.
Según él, una de las principales razones que lo motivan a hablar es que los hechos se han extendido hasta sus demás familiares, quienes no tienen una vida pública y tampoco saben lo que él conoce.
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'La semana pasada la ATIC se movilizó a Yamaranguila para buscar propiedades o empresas que tengo. Pero, por qué no preguntan dónde está el dinero de Tony Hernández o por el hermano del presidente de la Corte Suprema, que es mencionado en lavado de activos en el occidente del país', cuestionó el exmiliar.
Además, aseguró que él conoce dónde está ese dinero y que lo hará de conocimiento general lo antes posible, para que las autoridades decidan actuar con los nuevos elementos en el polémico caso.
'Hoy entregaremos información de dónde se guarda ese dinero que nunca le han incautado (a Tony), para que el pueblo hondureño conozca de que se trata la persecución que hoy en día percibimos', amenazó.
La denuncia inicial
En 2016 Santos Orellana fue una de las primeras personas en vincular al exdiputado nacionalista Tony Hernández en delitos de narcotráfico.Según Orellana, se le ofreció un millón de dólares para no reportar el hallazgo de un helicóptero que presuntamente pertenecía a autoridades de alta jerarquía en el Gobierno hondureño y que según él 'tenía fuertes indicios de transportar droga'.
Sin embargo, en el cumplimiento de sus funciones él ordenó su decomiso, pero su orden le desencadenó una ola de amenazas: 'Me dice (un informante) Capitán, se metió a problemas, porque ese helicópero pertenece al hermano del presidente'.
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En octubre de 2019, el hermano del presidente Juan Orlando Hernández fue capturado en Estados Unidos y posteriormente encarcelado a la espera de un juicio, el cual se desarrolló posteriormente y donde se le condenó a una cadena perpetua más 30 años de prisión por un tribunal de Nueva York.
Tras la reciente denuncia Santos Orellana asegura que no tiene miedo, únicamente quiere dejar constancia de lo que enfrenta y afirmó que denunciará ante las autoridades correspondientes agotando incluso instancias internacionales.
