El peludo animal recibió la ayuda oportuna después de que los vecinos del sector alertaran a los heroicos bomberos sobre el percance. Tras una peculiar llamada de emergencia, los apagafuegos notaron que no necesitarían sofocar llamas, ni rescatar a nadie de un amasijo de hierro... esta vez un caballo esperaba por su pronto auxilio.
Los bomberos llegaron al sector y con ayuda de una grúa amarraron al animal para llevarlo nuevamente al exterior. Después de varios minutos de labores, el rescate fue un rotundo éxito.
Gracias a la noble labor, el caballo salió del hoyo que por accidente se lo había 'tragado' mientras galopaba y buscaba qué comer en la zona.
Para evitar incidentes similares se recomienda que los habitantes tapen las fosas sépticas.