El remanente de reactivos con que contaba el hospital Gabriela Alvarado, de Danlí, está a punto de quedar en cero.
La escasez de los insumos ha comenzado a generar problemas en el sanatorio, debido a que se ha tomado la decisión de rechazar exámenes que no son de emergencia.
Unos 100 muestras para análisis son rechazados cada día a causa de la falta de insumos para su proceso, pese a que los médicos se los solicitan a los pacientes.
De forma estimada en el sanatorio se procesan 300 muestran diariamente. Ismael Salinas, jefe de laboratorio, explicó que pese a que en la bodega de reactivos todavía se cuenta con un porcentaje de los suministros, se ha considerado utilizarlos solo en exámenes de importancia como los hemogramas.
“Ya realizamos la solicitud a las autoridades hospitalarias, pero a pesar que se informó de manera oportuna, aún desconocemos cuándo se recibirán”, afirmó el entrevistado. El sanatorio no recibe los insumos desde hace tres meses, según informó el personal del centro asistencial.
“El problema surge ante la falta de un administrador en el hospital, ya que aún no ha sido nombrado por parte de las autoridades del nivel central”, justificó Salinas.
Entre los exámenes que se han dejado de realizar se encuentran los de glucosa, urea, creatinina, sodio, potasio y tiempos de coagulación practicados en adultos y niños.
A partir de esta semana se comenzó a priorizar los casos para evitar quedar sin los insumos para los análisis que solicitan los pacientes en la emergencia.
De acuerdo con Mauricio Erazo, subdirector del centro asistencial en la actualidad se ha comenzado a evaluar cada una de las dependencias del sanatorio para suplirles con los materiales necesarios. “En los próximos días nos reuniremos con la ministra de Salud Roxana Araujo para brindarle los resultados de la evaluación que se ha realizado y así lograr solventar las necesidades más urgentes”, manifestó el galeno.
El centro asistencial en las últimas semanas ha reportado varios problemas a causa de la falta de personal médico y de limpieza, luego que se cancelaran los contratos de varios empleados.
Ante la falta de personal se cerraron las clínicas de especialidades como ortopedia, otorrinolaringología y oftalmología.
El área de influencia del sanatorio representa una población de unos 500,000 personas de los municipios de Danlí, El Paraíso y Olancho.
