Tiene forma de avión en su estructura urbana. Sus edificaciones son impresionantes y cada una de ellas literalmente es una obra de arte. Brasilia, una ciudad modelo que fue creada a propósito para ser la capital del país. La visión de expresidente Juscelino Kubitscheck de Oliveira cumple mañana lunes 21 de abril, nada menos que 54 años de existencia.
Con el fin de llevar a la gente a vivir al interior del país y “descongestionar” las ya cargadas metrópolis de Río de Janeiro y Sao Paulo, Kubitscheck encargó la creación de una urbe perfecta que además fuera la sede del gobierno federal.
Fue así que encomendó la tarea al mejor urbanista del momento: Lucio Costa y al arquitecto Óscar Niemeyer para la creación de la ciudad, que comenzó, en lo que se considera la “nave” del avión, los edificios gubernamentales y en las “alas” las residencias... aunque claro, hoy, medio siglo después siguen algunas quejas de que se olvidaron construir los “compartimentos”, donde vivirían los más “pobres”, y que a la larga fueron quiénes construyeron la ciudad.
Así fue como comenzó la proyección de esta urbe que hoy es una de las más modernas de América.
Brasilia, junto a San Petersburgo (Rusia), Washington D.C. (EE UU), Canberra (Australia), La Plata (Argentina), Belo Horizonte (Brasil) Putrajaya (Malasia) y Naipyidó (Birmania), tiene la particularidad de ser una ciudad planificada, construida y urbanizada con el fin expreso de usarse como capital o sede administrativa nacional. La capital brasileña es la única ciudad del mundo construida en el siglo XX a la cual se le ha adjudicado (en 1987) el rango de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco, un organismo especializado de las Naciones Unidas.
Brasilia se localiza en el Distrito Federal que está rodeado por el estado brasileño de Goiás, excepto por una corta frontera que comparte con Minas Gerais.
El nombre de Brasilia no tiene una mayor connotación, es simplemente la compostura entre el nombre del país y el diminitivo de la urbe. Dicho nombre fue sugerido incluso en 1821 por el líder independentista José Bonifácio, quien sugirió llamar así a una futura capital brasileña.
CUMPLE LAS REGLAS
Brasilia basó su construcción en la Carta de Atenas, un pacto urbano de 1933 en el que se establecen varios puntos en beneficio de una urbaninzación para ciudadades modelos tales como: que los barrios sean verdes con mucha luz solar; que, además, todas las viviendas apuesten por ser higiénicas y que no obstaculicen las vías de comunicación ni en sus cercanías. Además, “toma en cuenta los recursos de la técnica moderna para levantar construcciones altas y que, construidas a gran distancia unas de otras, liberen el suelo en favor de grandes superficies verdes”, cito el texto del pacto mencionado.
Brasilia, es conocida como “capital de la esperanza”, porque en sus inicios, el presidente Kubitschek, quería que no existiesen clases sociales, por lo que también fue llamada utópica.
PRINCIPAL EJE
En Brasilia, vista desde el cielo, se puede obervar con claridad la forma de un avión en su urbanización. La nave central del mismo se llama: eje monumental, y es un área abierta, verde, rectangular y que se encuentra rodeada por dos avenidas de ocho carriles de ancho. En esta zona se encuentran muchos edificios gubernamentales y monumentos importantes de la ciudad, semejante al National Mall en Washington D.C., EE UU.
En este eje se encuentran los edificios más importantes de la ciudad como el Complejo Cultural de la República, conformado por la Biblioteca Nacional de Brasilia y el Museo Nacional de la República.
La Biblioteca Nacional de Brasilia ocupa un área de 14,000 metros cuadrados y, además de tener más de medio millón de libros, tiene muchas salas y auditorios. En tanto el Museo Nacional de la República consiste en un área de exhibición de 14,500 metros cuadrados con dos auditorios de 780 asientos cada uno y un laboratorio, donde se hacen las exhibiciones de arte.
No hay que olvidar también otro ícono de la ciudad, se trata de la la catedral de Brasilia, cuyo nombre completo es Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de Aparecida. Esta iglesia fue creada por Niemeyer y su estructura está hecha de hormigón, y pareciera, con su techo de vidrio, que se alzara y abriera hacia el cielo, es decir, lo que trata de aparentar es que son dos manos abiertas al cielo.
LOS PODERES
La otra parte de la nave la componen en forma destacada la Plaza de Los Tres Poderes (judicial, ejecutivo y legislativo), donde se elevan los edificios sedes de cada uno. Siendo así, El Congreso Nacional, la Plaza Planalto (meseta en castellano, y sede de la presidencia del país), el Palacio de la Alborada y la sede del poder judicial. Todos estos edificios fueron diseñados por Niemeyer.
En esta parte de la nave también están los principales museos de la ciudad: El Panteón de la Patria Tancredo Neves, el cual tiene forma de paloma y fue diseñado también por Niemeyer; también está el Libro de los Héroes de la Patria, mismo que narra la historia de quienes han luchado por la unidad de la nación.
Se puede ver, además, el Memorial JK (Juscelino Kubitscheck), que presenta diversos objetos personales, fotos, regalos, cartas y la tumba del proyeccionista de la ciudad.
El 15 de diciembre de 2006 se inauguró el Complejo Cultural de la República, integrado por el Museo Nacional Honestino Guimarães y por la Biblioteca Nacional Leonel de Moura Brizola.
Fuera del eje monumental están el Museo de Arte de Brasilia, que posee una exposición permanente dedicada al arte; y el Museo de Valores del Banco Central.
Si lo que se pretende es ver una ciudad modelo, con el fin de conocer los preceptos de una urbanización correcta, con estilo, arte y educación, la referencia mundial, sin duda alguna, debe ser Brasilia.