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¿Cómo celebra Centroamérica a Francisco Morazán?

<p>Despreciado en Costa Rica, amado en El Salvador y admirado en Honduras... cada país recuerda a su manera al prócer centroamericano.</p>
16.09.2012

En Costa Rica a Francisco Morazán ni se le menciona; en El Salvador, país que alberga sus restos mortales, se le venera y ama; en Honduras se admira y respeta a este prócer.

Ayer, 15 de septiembre, se cumplieron 170 años del fallecimiento de un hombre que aún hoy en día se mantiene vivo en el espíritu patrio de cada hondureño.

Morazán murió cuando apenas tenía 50 años, pero ese tiempo fue suficiente para que su figura siga venerándose.

¿Cómo se le celebra a este prócer tanto en el mes de la independencia como el 3 de octubre, fecha de su natalicio y día consagrado al soldado hondureño?

A continuación, el historiador morazanista Miguel Cálix relata los festejos en honor al gran paladín centroamericano.

“Diversos medios de comunicación efectúan publicaciones de intelectuales alusivas a dichas festividades. Las festividades de septiembre se realizan en todo el país, particularmente en las escuelas y los medios de prensa, sobresaliendo las llevadas a cabo del 13 al 15 de septiembre con los alegres y vistosos desfiles de los alumnos de kínder, primaria y secundaria, en los que se enarbolan pancartas en honor a Francisco Morazán, pero sin mencionar para nada la muerte del héroe el 15 de setiembre, ya que, erróneamente, desde hace muchas décadas esta efeméride se conmemora el 14 de septiembre. El 15 de septiembre -declarado día de asueto- se comienza con la entonación de los himnos de los cinco países y el izamiento de las banderas de los mismos desde las 6:00 de la mañana.

Estas banderas flamean en muchos edificios. También es destacable el lanzamiento de 21 cañonazos durante el día, disparados desde el cerro Juana Laínez -siete a las 6:00 de la mañana, siete a las 12:00 del día y siete a las 6:00 de la tarde-. Se destaca el recorrido de la Antorcha de la Libertad encendida, llevada a pie y de mano en mano desde El Salvador hasta Nicaragua por estudiantes corredores de relevos. Sobresale la lectura del Acta de Independencia de Centroamérica en la plaza Central de Tegucigalpa, pero también se hace en todos los colegios estatales.

En los desfiles destacan bandas de guerra, marchas militares, maniobras sincronizadas de aviones de la Fuerza Aérea y en estos desfiles resaltan lindas acrobacias hechas por los estudiantes. Diversas instituciones cívicas y culturales colocan lindas ofrendas florales al pie de las estatuas de Morazán, y algunas asociaciones como el Instituto Morazánico y la Academia Hondureña de Geografía e Historia colocan ofrendas florales en las estatuas y bustos de Dionisio de Herrera, José Cecilio del Valle y José Trinidad Cabañas. Al final de los desfiles, altos funcionarios públicos pronuncian discursos alusivos a la Independencia y se otorgan medallas a alumnos sobresalientes. Las mismas actividades de septiembre se realizan el 3 de octubre, pero, en esta ocasión, en forma separada; varias unidades de las Fuerzas Armadas de Honduras desfilan conmemorando el Día del Soldado en honor a Morazán.

EL SALVADOR. En este país el mejor recordatorio diario sobre el héroe centroamericano José Francisco Morazán Quesada se da al comprobar la existencia del departamento Morazán, que se encuentra situado en la zona oriental de esa República, y que limita con los departamentos de La Unión y San Miguel y la República de Honduras.

¿QUé SIGNIFICABA EL SALVADOR PARA MORAZáN? En varias comunicaciones y trabajos de Morazán, este se expresó muy bien del pueblo salvadoreño, calificándolo de muy valiente y muy leal a la causa centroamericana. Cálix comenta que el 31 de julio de 1843, en San Salvador, don Cruz Lozano (su mano derecha en los negocios comerciales) adicionó la famosa cláusula sobre la donación que hizo Morazán de sus restos a su querido pueblo salvadoreño, diciendo: “Como apoderado de la señora albacea, publico este testamento íntegramente y no solo las cláusulas que el testador ordenó que se imprimiesen; con advertencia que en los momentos de salir al patíbulo el General Morazán encargó a su hijo Francisco al Sr. Mariano Montealegre, y que avisara a su albacea trasladase sus cenizas a esta ciudad, por ser el pueblo que más bien le había correspondido, y cuya cláusula no había consignado en su testamento porque lo dictó en medio del tumulto”.

GUATEMALA. A partir de la conmemoración oficial del centenario del nacimiento de Morazán, por el gobierno del liberal José María Reyna Barrios en 1892, se puso en evidencia una fuerte polémica. Dicha festividad puso en videncia la ambigüedad que se mantenía en Guatemala, como en el resto de Centroamérica, entre las identificaciones nacionales y centroamericanas. La celebración mencionada se llevó a cabo con discursos pronunciados por los principales intelectuales liberales; la edición de un folleto con contribuciones de algunos de los mejores intelectuales liberales centroamericanos como son Ramón A. Salazar, Félix A. Tejeda, Francisco Castañeda, Ricardo Moreno Batres, Virgilio J. Valdés, V. J. Morales, Manuel Montúfar y, por supuesto, Lorenzo Montúfar. También se erigió una estatua ecuestre de Morazán situada en la plaza del pueblo de Jocotenango que después se llamó parque Estrada Cabrera, a partir de 1908.

Esta decisión suscitó el descontento de los conservadores guatemaltecos y alimentó una polémica que enfrentó dos imágenes de Francisco Morazán: una liberal y la otra conservadora. Esta discusión se desarrolló en la prensa, en la que solo el abogado Agustín Mencos Franco publicó 35 artículos en contra, que Lorenzo Montúfar contrarrestó con otros 37.
“Siempre, respecto a Morazán, debo decir que el 6 de octubre de 1983 diario El Gráfico de la ciudad de Guatemala informó de la develación de un busto del máximo héroe en dicha capital, que estuvo a cargo del señor José Massis, gobernador departamental, y la periodista Magda Argentina Erazo, presidenta de la Asociación de Prensa Hondureña”, cuenta Cálix.

NICARAGUA. Para recordar al expresidente de Centroamérica se ha establecido desde los inicios del siglo XX el parque Morazán en Matagalpa, Nicaragua. Dicho parque luce un busto reciente, donado en 1995 por el gobierno de Honduras y dedicado al general Francisco Morazán. También se formó el centro escolar público Francisco Morazán, que ya tiene más de 30 años de servicio. Asimismo, existe en Nicaragua el Centro de Salud y Policlínica Francisco Morazán, cuyo trabajo es informar y ayudar a las personas que a diario se diagnostican con el padecimiento de la diabetes.

COSTA RICA. Según el historiador, en Costa Rica el 15 de septiembre es el único día en que se pronuncia el nombre de Morazán.
“Por haber vivido entre 1991 y 1995 en Costa Rica pude apreciar que desde 1953 en diversas comunidades las festividades patrias se comienzan desde la víspera del 15 de septiembre, a las 6:00 de la tarde, con el encendido de faroles y la entonación del Himno Nacional de Costa Rica. Esta costumbre de los faroles se copió de Guatemala, pero según los ‘ticos’ no se ajusta a la historia costarricense, pues la noticia de independencia llegó casi un mes más tarde, con el recibimiento de la Antorcha de Independencia. Los desfiles escolares son también vistosos, pero no se pronuncia el nombre de Morazán. Tal vez el destino me destinó a mí para encontrarme con un bulto de manuscritos que están bien organizados en Costa Rica, pero que los ‘ticos’ no los quieren ni voltear a ver, porque para ellos significa cambiar 180% la historia. Tienen que destronar a don Braulio Carrillo y subir a Morazán, y ese es un trago muy amargo para ellos”.

LA MEJOR CELEBRACIóN. Dice el escritor hondureño Julio Escoto que la manera más adecuada de celebrar a Francisco Morazán sería publicando tres millones de ejemplares de libros con su ideario, vocación y pensamiento y ponerlo en manos de todos los hondureños.
Miguel Cálix está de acuerdo con la opinión de Escoto, “pero, además, debe impartirse diariamente por medio de varios medios de comunicación la Cátedra Morazánica que fue instituida en abril de 1968; y publicarse diariamente en los medios escritos las efemérides más notables del prócer. Precisamente por ello me encuentro escribiendo una obra como tal, que por ahora he intitulado ‘Vida de José Francisco Morazán Quesada día por día’”.

¿Cree que los centroamericanos hemos sido injustos con la lucha y legado de Morazán, que en Honduras se puede hacer más por no solo ensalzar, sino imitar su obra? Sinceramente creo que los centroamericanos, tanto gobernantes como gobernados, todavía no sabemos a fondo cuál es el sentido de la lucha y el legado que nos dejara Morazán.

El conocimiento que se brinda en las escuelas sobre el héroe es totalmente superficial y memorista, no se enseña a razonar ni reflexionar sobre su gesta heroica, y prácticamente solo se dice que fue un héroe, que nació y murió el 3 de octubre de 1792 y el 15 de septiembre de 1842, respectivamente; y que llevó a cabo algunas batallas militares. Además, solo nos acordamos de Morazán el 15 de septiembre y el 3 de octubre.

Los discursos de los políticos en esas oportunidades son insinceros e hipócritas, irresponsables y carentes de conocimientos: solo se dedican a ensalzarlo, pero nunca a emularlo y a hacer que los gobernados también lo hagan y se comprometan con su obra y pensamiento. Los medios de información no contribuyen a obligarlos a que se brinde diariamente la Cátedra Morazánica, a pesar de que la misma se estableció hace cuarenta y cuatro años.

En la Universidad Nacional Pedagógica Francisco Morazán dicha cátedra solo se brinda a los alumnos que se van a graduar, y únicamente durante 15 horas en un semestre y basados únicamente en un pequeño libro de 158 páginas. Los trabajos que escriben los estudiantes para graduarse son constantemente repetitivos y aún así son aceptados por sus maestros. No se enseña a estos estudiantes a investigar otras fuentes, incluyendo entrevistas con historiadores morazanistas.

REPATRIACIóN DE LOS RESTOS DE MORAZáN. A lo largo de la historia, son tres los gobiernos (todos liberales) que han luchado por repatriar los restos del paladín centroamericano, pero todos se enfrentan con el mismo impedimento: en el testamento de Francisco Morazán se manifiesta su voluntad porque sus restos descansen en El Salvador, el pueblo que más lo ha amado.

A continuación detallamos los presidentes que han querido recuperar los restos del general.

1. El primero fue Vicente Mejía Colindres, en 1929, quien pidió que se trajeran los restos mortales de todas las personas importantes de Honduras que hubieran muerto en el exterior, incluyendo Marco Aurelio Soto, que está enterrado en París. “Pero el Congreso dijo que se podían traer todos menos el de Morazán, porque él, en una cláusula del testamento manifestó su voluntad de descansar en El Salvador. Que conste que esa cláusula no está en el testamento que Morazán escribió, sino que quien lo publicó fue Cruz Lozano, que era pariente de doña Josefa y mano derecha de Morazán en negocios comerciales. Cruz Lozano en junio de 1843, que es cuando se publica por primera vez el testamento, le agrega esa cláusula, y dice que cuando iba al patíbulo Morazán verbalmente le pidió que le dijera a doña Josefa que trajera sus cenizas a El Salvador, ‘el pueblo que más me ha amado’”, relata Miguel Cálix.

2. Luego fue Carlos Roberto Reina, “gran morazanista que dijo que cuando él se postuló a la presidencia llegó a las 12:00 de la noche a cuadrarse frente a la estatua de Morazán para pedirle permiso al prócer para actuar en política. Cuando Reina quiso traer los restos de Morazán yo vivía en Costa Rica y me quedé con la pluma en la mano porque me iba a ir contra él, porque estaba irrespetando la voluntad de Morazán”.

3. Después a Manuel Zelaya Rosales también se le ocurrió traer a Honduras los restos mortales de Morazán, “en ese entonces publiqué un artículo en contra, por muy buena voluntad que yo le pueda tener a don ‘Mel’, pero quien vaya en contra de Morazán se enfrenta conmigo”, sentenció Cálix.

Estas figuras presidenciales buscaron traer los restos del general Morazán al país que lo vio nacer, pero a fin de cuentas no es dónde descanse Morazán lo importante, sino dónde se mantienen vivos y firmes sus ideales.