La obra del director español Luis Buñuel tuvo este martes un especial protagonismo en el Festival de Cannes, donde se proyectó una copia restaurada de Belle de Jour, a la vez que se presentó un proyecto de animación sobre el legendario cineasta.
El genial surrealista tenía un vínculo especial con el certamen francés. Además de ser el único cineasta español ganador de una Palma de Oro, por “Viridiana” (1961), sus películas han sido seleccionadas en competición en múltiples ocasiones, desde “Los olvidados” (1951) hasta “El ángel exterminador” (1962).
Coincidiendo con el 50 aniversario de Belle de Jour (“Bella de día”), con una inolvidable Catherine Deneuve, el Festival proyectó este martes, justamente en una sala que lleva el nombre del director aragonés, una copia restaurada de la película.
“La obra de Luis Buñuel sigue viviendo, sobreviviendo, e interesa a las nuevas generaciones”, dijo Diego Buñuel, nieto del cineasta, en la presentación de la película, añadiendo que se están llevando a cabo nuevas creaciones a partir de la obra de su abuelo, como una ópera que se estrenó recientemente en Salzburgo o una comedia musical en Nueva York.
“Hay algo de universal e intemporal en el trabajo de Buñuel”, agregó.
Jean-Claude Carrière, coguionista de la película, también estuvo en la proyección.
Esta restauración ha permitido dar al filme “una nueva profundidad, una nueva densidad, sin que la belleza de la imagen se resienta. Es un poco como si una luz inesperada iluminara esta historia ya clásica”, había indicado el escritor francés en un comunicado.
Este año, Cannes Classics, un sección paralela dedicada a películas antiguas de grandes realizadores internacionales, muestra una selección especial por el 70 aniversario del Festival, representativa de la historia del certamen. Además de Belle de Jour, también han sido programadas “El sol del membrillo”, del español Víctor Erice, y “Lucía”, del cubano Humberto Solás.
Buñuel en dibujos
En otra sala del Palacio de Festivales, no muy lejos de donde fue proyectada Belle de Jour, Buñuel volvió a ser protagonista. Esta vez en forma de filme de animación.
En las primeras secuencias animadas de “Buñuel en el laberinto de las tortugas”, del español Salvador Simó, se ve al cineasta pasearse por París. Después de cruzar el Sena, el joven Buñuel entra en una panadería y empieza a tener unas extrañas alucinaciones.
Poco después se embarcará en el rodaje del documental “Las Hurdes. Tierra sin pan”, en Extremadura (oeste de España), en la que se consideraba una de las regiones más pobres y menos desarrolladas de la España de 1932.
Adaptado de la novela gráfica homónima de Fermín Solís, este filme de animación se está realizando en unos estudios extremeños.
“Es un bonito guiño que casi 100 años después del rodaje que hizo Luis Buñuel en Extremadura se esté contando esta historia desde allí mismo”, señaló Manuel Cristóbal, productor de la película y de la exitosa cinta de animación “Arrugas” (2011).
La animación “es un tipo de cine muy interesante, que hay que hacer, muy internacional”, aseguró Cristóbal, añadiendo que el hecho de que se trate de este símbolo del séptimo arte “le dará todavía más proyección”.