En Honduras casi nadie, con nombre, apellidos ni con apodos arriesga el pellejo para escribir o tocar temas ligados al narcotráfico, lavado de activos y corrupción que salpican cada vez más a grandes de la política y del mundo empresarial.
Hoy están bajo ataque y se ponen bravíos alegando decencia pero les llegó la hora. Los hampones van para el rastro del norte.
Ardua será la tarea por cambiar la mente retrógrada de las masas. Igual de dura sigue siendo para el gobernante Juan Orlando Hernández Alvarado darle vuelta al calcetín rancio heredado por exjefes de Estado y de socios hasta de su propio partido.
El indómito está cediendo a narcotraficantes que en el pasado reciente se piquearon con sus antecesores.
Ganar
Lo grueso está por venir en medio de un año electoral y muchos urgen alianzas, entre podridos e impunes. Su objetivo es colorear lo siniestro que son.
Así buscan tumbar los deseos continuistas del lempireño quien, pese a la ofensiva de rivales y de partidarios, aún tiene varias cartas bajo su manga que podrían serle vitales para atesorar el poder o perderlo si titubea.
Quienes ahora acusan al régimen de Hernández Alvarado como uno de los más corruptos de la historia tratan en balde de tapar sus enormes robos y sus fotos con capos de la droga al pie de jets cargados de cocaína.
Varios congresistas de diferentes partidos andan |
Son aquellos que juraron construir carreteras hacia Olancho y el Occidente… y solo abrieron caminos para el mundo narco. ¡Correcto!
Recordamos que el cachiro Devis Leonel Rivera Maradiaga relacionó en sus negocios a Tony Hernández, hermano del actual Presidente, quien reiteró que nadie está por encima de la ley. Que canten sus actos. Rivera Maradiaga metió al saco a varios personajes entre ellos al exjefe Porfirio Lobo Sosa, a Carlos Zelaya hermano del exjefe Manuel Zelaya Rosales y una ristra de diputados.
Tifón
Tremendo torbellino causó la confesión del cachiro que cada uno de los untados gritó inocencia. Lobo Sosa jura que conoció a Los Cachiros como “empresarios”, pero Devis Leonel confesó ante la jueza Lorna Schofield en Nueva York que Fabio Lobo (hijo de “Pepe”) era miembro activo de su organización criminal. ¡La mentira tiene patas cortas!
Sin embargo, no por mucho escribir sobre estos peligrosos temas o por intenso empeño que ponga un gobierno por entregar a políticos y empresarios narcos, nunca se queda bien con nadie. En una sociedad plagada de prejuicios, hipocresías y vanidades, ningún esfuerzo es aplaudido. Quienes están hasta el gorro con los capos quieren volver al poder.
Podridos
Es sumamente delicado para el país que matones con careta de dignos vengan ahora con el trillado cuento de que solo este régimen es corrupto. Inaceptable sería para los hondureños eximir los putrefactos del pasado y los veamos como íconos de pureza si por estos delincuentes estamos en desgracia. ¿Olvidaron sus fotos con el Chapo Guzmán?
En Sinaloa, otrora aposento de El Chapo, recién asesinaron a tiros al periodista Javier Valdez conocido por su diversidad de libros donde retrata la basura de políticos, empresarios y autoridades mexicanas mezclados con peligrosos narcos. Su lucha por verlos presos y no correteando en sillones de poder lo llevó a la muerte.
“En Sinaloa es un peligro estar vivo, y hacer un periodismo es caminar sobre una invisible línea marcada por los malos. Uno debe cuidarse de todo y de todos”, sentenció en uno de sus leídos textos.
Ya está tres metros bajo tierra. Lo asesinaron y punto. Así son los riesgos aquí. La gente, en su mayoría, es indiferente hacia quienes están derribando el narcotráfico.
Vemos morir a policías, militares, jueces y periodistas por tocar el hedor de públicos y privados frente a una sociedad severa pero injusta. Nadie pone el pecho por nadie.
Voltaire dijo: “Solo entre hombres de bien puede existir la amistad, ya que los perversos solo tienen cómplices, los voluptuosos compañeros de vicio; los interesados, socios; los políticos, partidarios; los príncipes, cortesanos; únicamente los hombres honrados tienen amigos”. Al final nos matan los malévolos y los cobardes huyen. No jodan si no aportan.