25 escultores hondureños plasmarán en piedra y mármol un fragmento importante de la historia del arte en el país.
Del 5 al 24 de junio los artistas se sumergirán en el primer Simposio de Escultura que se realizará en Tegucigalpa.
Poner en marcha un evento de esta categoría es una aventura, tomando en cuenta que Honduras, así como es un país de poetas, también es un país de pintores.
Los artistas seleccionados
La Galería Nacional de Arte (GNA) es el ente que organiza el simposio con el patrocinio de Banpaís, que en el marco de su 25 aniversario ha decidido decirle “sí” a este ambicioso proyecto, razón por la cual el número de escultores es el mismo que el de la celebración de fundación de la institución bancaria.
Autoridades de la GNA realizaron la selección de los artistas que finalmente formarán parte del simposio, y cuyas obras integrarán un jardín escultórico que se instalará en el patio interno del edificio del Correo Nacional de Honduras, donde tiene sus salas la GNA.
Los artistas seleccionados son: Miguel Núñez (“Fusión”), Julio Hernández (“Cara de anciano”), Pastor Sabillón (“Inseparable”), Gustavo Armijo (“Plan infinito”), Blanca Cordon (“Enigma”), Cristian Gavarrete (“El portador”), Edwin López (“Lucha de poder”), Adonay Navarro (“Híbrido”).
Además Carlos Guevara (“Maternidad concebida”), Scarlett Rovelaz (“Herida tangible II”), Marlon Bernhard (“Melodía en fuga”), Darío Rivera (“Las 2 simientes”), Blas Aguilar (“Punto cero”), Porfirio Benítez (“Opresión”), Melvin Alvarado (“La puerta de la mente”), Franklin Toro, César Manzanares (“Bella durmiente”).
También Kathy Munguía (“Protección a la inocencia”), Óscar Hernández (“Verbo y tiempo”), Marcio Arteaga (“Torso”), Edgar Zelaya (“El grito”), Tulio Ramírez (“Eclipse”), Christian Vindel (“Lilith y Adán”), Víctor Cruz (“Anhelos”) y Alex Galo (“No es nombre”).
La iniciativa
El Simposio de Escultura se enmarca dentro del proyecto de la GNA, “Tres salas, tres generaciones”, con el que la galería vuelve a tener presencia en Tegucigalpa luego de su traslado, en 2013, a Comayagua y posteriormente a San Pedro Sula, donde tiene su otra sede.
Las salas expositivas, el taller de escultura y cerámica, y la formación de público son los tres componentes de la GNA. El primero que se puso en marcha fue la sala expositiva con la inauguración de tres exposiciones simultáneas de artistas de tres generaciones: Miguel Ángel Ruiz Matute, Santos Arzú Quioto y Adonay Navarro. Esto propició el impulso del tercer componente, la formación de público, y con el simposio finalmente se pone en marcha el taller de escultura.
Las obras que los artistas realizarán tendrán una dimensión de 1.50 metros de altura, y los dos materiales que utilizarán son piedra y mármol, dependiendo de la propuesta que enviaron a la GNA. Las maquetas de estas obras son las que presentamos en este trabajo, y que formarán parte de la colección de la institución cultural.
El director de la GNA, José Jorge Salgado, dijo que está satisfecho con el nivel de participación y la calidad de las obras, así como por el hecho de que tanto hombres como mujeres respondieron a la convocatoria.
El escultor Adonay Navarro, quien ya tiene una amplia trayectoria participando en simposios de escultura, señaló, en el lanzamiento del proyecto, que Honduras no tiene una tradición de talla directa sobre piedra, que son muy pocos los escultores que se dedican constantemente a esto, pero que sí son varios los escultores que hay en Honduras, “la idea es incentivarlos y crear un semillero, crear una nueva generación de escultores”.
La propuesta de obras es heterogénea, hay arte figurativo, abstracto, surrealista y minimalista, con temáticas enfocadas en la mujer, la libertad y la belleza, algo que también le deja un buen sabor de boca a Salgado, que celebra que en este simposio estén representadas varias generaciones de artistas hondureños.
El director señaló que al inicio se sentían nerviosos por el hecho de que no sabían si lograrían reunir a 25 escultores, pero los artistas han respondido, aunque la talla directa sobre piedra no sea su especialidad.
Un proyecto perdurable
La importancia de este simposio no finaliza el 24 de junio, esto va más allá de eso. No solo porque mientras se realiza la gente podrá ir a ver el proceso de los artistas y dialogar con ellos, sino también porque posteriormente serán miles de personas de Honduras y otros países las que verán estas obras en el jardín escultórico.
Como señaló el escultor Adonay Navarro, con estos proyectos se busca educar al público en la apreciación artística, “este simposio es una convivencia entre artistas, y de artistas con la comunidad, creo que es de mucho beneficio para la ciudad que por fin llegue un evento como este y esperamos que no sea el último, que se institucionalice y que se haga todos los años”.
“Lo más importante es que estos artistas están haciendo patria, están construyendo esta nación y están haciendo historia en las artes. Las obras son perdurables en el tiempo, y son un objeto académico que va a servir para entusiasmar y enseñar a miles de hondureños que pasan por aquí, es una satisfacción completa”, dijo Salgado.
Este simposio es una escuela para todos, tanto para los artistas como para el público. Salgado espera que en los lugares donde trabajan los escultores les den la apertura que necesitan para poder realizar sus obras, ya que en su mayoría laboran en instituciones privadas o del Estado.
Los artistas donarán las obras, Banpaís cubre los gastos de alimentación, traslado y herramientas, y Mármoles de Honduras aportará el material.