TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La doctora en Letras María Roof, editora norteamericana de la serie internacional “Escritores esenciales de América Central”, solicitó a la crítica hondureño-guatemalteca Helen Umaña la preparación de un estudio de investigación y análisis en torno a la producción literaria y ensayística de Julio Escoto.
El texto fue publicado a inicios del presente año en Casasola Editores (EUA) con el título: “Memoria e imaginación. Julio Escoto en su obra literaria”, que fue presentado en el Festival Internacional de Poesía Los Confines, de Gracias, Lempira, a finales de 2023.
La materia del citado libro es impresionante. Tras un breve prólogo Umaña explica el contexto cultural en que Escoto ha trascendido y luego expone una exhaustiva semblanza del autor, clarificando su vocación.
Reseña las 16 obras publicadas por Escoto bajo su nombre (novela, cuento, ensayo, infantil) y luego parte a categorizar en detalle cada una, desde el primer libro de ensayos (“Casa del agua”, por Banco Central en 1974), hasta “Ética”, “Hombres a caballo” y “Lectura postraumática de la guerra de 1969”.
Similar labor hace con los ensayos editados en revistas, discursos y conferencias (expuestas estas en varios países de América y Europa), para entrar posteriormente a la vasta riqueza de artículos sueltos y de columnas de opinión que el autor ha compuesto por 40 años y que suman probablemente dos mil trabajos literarios y de interés social.
No satisfecha con esa ardua investigación la profesora Helen Umaña parte luego, en este tomo de 540 páginas y formato académico, a realizar la hermenéutica de cada novela, o sea su crítica textual, acompañando el volumen con opiniones de autorizados comentaristas a la altura de Ramón Luis Acevedo, Linda Craft, Seymour Menton sobre la novela “Madrugada”, a la que considera extraordinaria; Héctor Leyva, a quien disgusta la sexualidad de la novela “Downtown Paraíso”, Sara Rolla, William Clary y el belga Víctor Valembois, entre otros, cerrando la apasionada ruta con un recuento de entrevistas en que el homenajeado ha respondido preguntas fáciles y difíciles, hasta culminar con un grupo de reflexiones sobre el valor de esta extensa y en varios sentidos inigualable riqueza intelectual de Julio Escoto, a quien Umaña califica como primer escritor hondureño del momento.
Fotografías desde la niñez del artista hasta retratos de sus exposiciones en universidades, lecturas y conferencias, al igual que imágenes con grandes figuras como Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez, Manlio Argueta y Enrique Jaramillo que cierran el tomo.
No existe, hasta el presente, una valoración similar tan compendiosa y exigente de un literato vivo de Honduras como lo hace este inventario vital, prácticamente un escrutinio de existencia en que Escoto, gracias a su densa obra, hoy por fin académicamente meditada y cuantificada, surge dentro de las letras patrias a la altura de figuras otrora esplendentes como Froylán Turcios, Óscar Acosta y Rafael Heliodoro Valle.