TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Rescatar un capítulo olvidado de la historia del arte que necesita un relato, esa es la declaración de principios de Mujeres en la Artes (Mua) y el colectivo La Grafo, empeñados en desenterrar y dar voz a una narrativa que ha sido pasada por alto en el arte contemporáneo nacional.
Su enfoque, encarnado en la muestra itinerante “La gráfica centroamericana” —inicialmente concebida con este propósito—, se concentra en apuntalar la diversidad y complejidad de la creación artística, así como en revalidar ejes y disciplinas que han sido subestimadas o ignoradas, como el grabado.
Este compromiso se materializa en la exhibición de 54 grabados de artistas de Honduras, Guatemala y El Salvador, compilados en Mua hasta el 7 de marzo. “La gráfica centroamericana”, capturada bajo “una mirada íntima, pero a la vez colectiva de la representación contemporánea de la muerte”, se desenvuelve en el diseño y la sintaxis de los grabadores e ilustradores.
En el caso de Honduras, con contribuciones de referentes y emergentes como Gustavo Armijo, Ariel Munguía, Daniel Valladares, Eral Antúnez, Fernanda Betancourt, Javier Moreno, Moisés Bonilla y Samuel Erazo.
“Esta exposición centroamericana surgió como una iniciativa en 2023, como parte de la primera feria de arte gráfico en Honduras. Es un honor presentar obras de artistas, desde aquellos con poca trayectoria hasta reconocidos talentos como Armijo, abarcando una amplia gama de técnicas que van desde grabados hasta dibujos. Además, es gratificante poder estimular, como colectivo, la producción del grabado y otras formas de arte gráfico en el país”, ahondó Julia Galeano, artista y curadora de arte.
En esa misma línea, Arleth Rivera, promotora y gestora de la muestra, señala que, a pesar de la escasa promoción del grabado como disciplina en Honduras, hay un interés al alza por parte de artistas jóvenes. No obstante, aún se enfrentan a desafíos como la falta de acceso a herramientas y suministros locales.
Para Gustavo Armijo, uno de los representativos de la tradición gráfica hondureña, el grabado, considerado ahora como un arte menor, es fundamental desde sus cimientos.
“Ha sido relegado en favor de otras técnicas, en gran parte debido a la ignorancia sobre su valor. El hecho de que se realice en papel hace que algunos coleccionistas lo desestimen debido al riesgo de daño por humedad o termitas, pero esto es una visión negativa que no considera los cuidados adecuados que pueden prolongar la vida de las obras. Sin embargo, esta disciplina y el arte gráfico como tal están siendo rescatados gracias a un grupo de jóvenes artistas que han organizado varias exposiciones colectivas como esta”.
“Este esfuerzo es el resultado de años de lucha para recuperar el prestigio del grabado”, concluye.
