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Salvador Madrid: “Leer sigue siendo un privilegio de pocos”

Aprender a escribir mejor es una oportunidad, pero las bondades que ofrece el hábito de leer, según el poeta hondureño, van mucho más allá de lo académico
25.04.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Un gran libro es el que ayuda a forjar el mundo del lector con sus propias experiencias”, dice el poeta y gestor cultural Salvador Madrid, embajador del fomento de la lectura que resiente el hecho de que en Honduras “aún estamos comenzando”.

En ocasión a la Semana del Idioma, que conmemora el Día del Idioma Español (23 de abril), el autor de “Mientras la sombra” (2015) sugiere enamorarnos del hábito de leer, no solo para hacer un uso más extendido y apropiado de nuestra lengua, sino para ser más felices entre las maravillas que ofrece una buena historia.

¿Es la lectura la principal herramienta para aprender a escribir mejor?

No solo es la principal herramienta para escribir bien, sino para pensar bien lo que escribimos y ser más eficientes cuando nos comunicamos. Leer es un hábito generoso que nos ayuda a hablar mejor, ser versátiles, afinar nuestra lógica y ampliar nuestra comprensión.

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¿Por qué fallamos cuando nos comprometemos a leer más y no lo hacemos?

La lectura es libertad absoluta, pero la manera de hacer que las personas lean es rudimentaria e inquisitiva. Nunca enseñamos que leer causa felicidad, que apasiona, que uno multiplica su mundo, que robustece sus ideas o las cambia y que en cierto modo nos brinda autonomía para pensar nuestras vidas de una manera diferente. Siempre enseñamos a leer por castigo, coaccionando con la idea del “éxito” escolar o con la promesa de la inteligencia utilitaria.

“Escribir bien siempre será apreciado. Nadie olvida a quien posee ese arte de comunicarse trasparentemente o de activar con unos pequeños signos nuestra infinita imaginación”.

Si la lectura es una tradición cultural y debería estimularse desde la infancia, ¿en qué situación está Honduras?

Aún estamos comenzando. Las personas ven la lectura como una actividad distante, aburrida y destinada al espacio escolar o academicista. La magia de la lectura debería ser parte de todos los instantes de la vida, especialmente en la familia. La sensibilidad de un niño no debería confiársele únicamente a los maestros, sino también a su familia.

Y, por supuesto, estamos lejos de esa gran plataforma de bibliotecas escolares o públicas, llenas de juegos o libros atractivos donde encontremos el regocijo del encuentro con la imaginación. Leer sigue siendo un privilegio de pocos, y eso para un país es una desgracia.

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¿El hecho de que los libros se hayan convertido en un objeto costoso y a veces escaso coloca a la lectura en digital como una opción igualmente válida?

Lo importante es leer, amar ese hábito, no importa el formato o soporte. Por años se pensó que el libro impreso desaparecería y más bien ha evolucionado y se mantendrá. El formato digital es económico, ecológico y accesible, pero tristemente en un mundo lleno de tecnología lo que menos hacen las personas es leer.

Salvador Madrid es el fundador y actual director del Festival de Los Confines, que se celebrará este 2024 del 22 al 26 de mayo en las ciudades de Gracias, Lempira, y Copán Ruinas.

¿Qué debe hacer el sistema educativo para afrontar esta problemática y promover la lectura en los diferentes niveles educativos?

Sueño que un día leer no será un privilegio, sino una pasión que nos contagie a todos. Y sueño también que un día se terminará la idea de leer por castigo, por tarea o por exámenes: eso no convierte a las personas en lectores. Detesto a quienes tratan de imponer la lectura. Al Estado le corresponde asegurar al menos una biblioteca creativa y no utilitaria en cada centro educativo del país.

Pero leer va más allá de tener libros o no tenerlos, hay algo de misterio aún en ese acto tan íntimo donde una persona fija sus ojos y crea infinitos universos al repasar las letras y palabras de un texto.

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En cuanto a las técnicas de fomento de la lectura, ¿qué sugiere para niños, adolescentes, adultos jóvenes y adultos mayores?

La mejor técnica de animación lectora es el ejemplo. Los maestros deberían ser grandes lectores, junto con los padres. En la escuela deberían existir libros de estimulación temprana de la lectura, no solo esos odiosos libros de texto o las famosas “lecturas importantes” de los adultos, libros para jugar, para armar y desarmar; lecturas libres de adultocentrismo, que ayuden a comprender la diversidad del mundo y sobre todo que sean protectoras de los niños y las niñas.