Actualmente desde su programa de televisión trata de orientar a los hondureños sobre la importancia del control de peso para la salud. Pero detrás de esta firme combatiente de la obesidad hay también una ferviente cristiana y una amante de la danza, tal como se lo cuenta a EL HERALDO.
¿Cuáles son sus estudios en medicina?
Soy médica de profesión con un posgrado en obesidad y control de peso obtenido en España. También tengo estudios en medicina estética realizados en España y Buenos Aires, Argentina. Igual poseo estudios complementarios. Además me gusta la investigación científica. Actualmente estoy haciendo estudios sobre la obesidad y los genes, que es la evolución que hoy en día va a tener la ciencia de la salud, donde va a haber una respuesta definitiva con respecto al control de peso de los pacientes. El proyecto está para este año.
¿Casada?
Sí, me casé hace dos años. Mi esposo se llama Luis Mauricio Gutiérrez. Tengo una bebé de dos años y medio, se llama Ileana Valentina Gutiérrez.
¿Le ha sido difícil complementar su carrera y su rol de esposa?
Muy difícil porque mi horario es todo el día... salgo a las 10:00 de la noche del canal, donde todos los días estoy en vivo. Llevo ocho años como presentadora, de los nueve que tiene canal 10. Antes estuve un año en entrenamiento, hacía los temas de salud en “Abriendo brecha” y en otros programas, luego empecé con el mío.
¿Cuál es el enfoque de su programa?
Trato diferentes temas de salud y los viernes hablamos sobre el área del peso, donde llevamos testimonios y cambios saludables. Nuestro objetivo no solamente es el control de peso, también es controlar la alimentación. Tratar de sanar las enfermedades no solamente es dar una dieta, estas se acaban y volvemos a comer, se trata de cambiar un estilo de vida. Ayudamos a solucionar los problemas a través de la alimentación. Soy médica, estoy formada clínicamente, pero tomo e indico tratamientos homeopáticos a mis pacientes.
¿Usted cree en la medicina alternativa entonces?
Esta rama me interesa mucho desde que tuve un problema de salud: cuando estaba estudiando apareció una enfermedad autoinmune de la cual no se sabía la causa. Pasé muchos años con esa enfermedad, cuando yo estaba haciendo la práctica (médica) decidí hacerme un examen. Todos los especialistas me decían que mi problema era estrés, que era algo fisiológico, pero era un problema de salud muy serio que obstaculizaba mis arterias y llegaba poca sangre al cerebro. A partir de este momento mi vida cambió, dejé los químicos porque no daban resultados, más bien me producían efectos secundarios. Dejé el tratamiento sin importar las consecuencias porque mi fe era muy grande y sí me sané, gracias a la medicina homeopática estoy bien de salud. Lo que tenía era una inflamación de las arterias.
¿Usted es católica?
No, soy evangélica y gracias a Dios sigo adelante. Tengo mucha fe. Estoy escribiendo mi segundo libro, estoy por terminarlo, solo faltan algunos detalles, donde hablo sobre la enfermedad y la pérdida de peso. Aquí involucramos testimonios, incluso el mío de una forma más detallada y completa. Mi primer libro se llama “Venciendo tu peso” y el segundo tendrá el nombre de “Venciendo la enfermedad”, y con Dios es mucho más fácil.
¿Tiene una relación muy cercana con Dios?
Bastante. Cuando nos acercamos él nos va moldeando el carácter. Nuestras actuaciones son correctas, no perfectas, tratamos de hacerlas conforme a su voluntad. Cuando hacemos nuestras cosas basados en nuestra fuerza duran poco, pero cuando las hacemos tomando en cuenta a Dios, las bendiciones son incontables.
¿Dónde se congrega?
En CCI. El pastor René Peñalva también ha sido fundamental en mis cambios emocionales. Nos recuerda que Dios no nos ha prometido que no vamos a estar libres de enfermedades, pero que las aflicciones son más livianas cuando se confía en él.
¿Cómo vivió su infancia?
La viví con mi madre. Ella es maestra y mi papá abogado. Los dos son muy trabajadores y siempre trataron de inculcarnos valores. Viví una infancia feliz. A veces me hacía falta estar con mis papás porque ellos trabajaban, pero creo que todos los niños pasamos esa situación. Estuve en una escuela evangélica, pero jamás creí que el impacto de Dios iba a ser tan grande en mi vida como para llevarlo permanentemente.
¿Cuál es el impacto del sobrepeso en las personas?
La mayor parte de las personas con sobrepeso tienen depresión. Nadie está exentó de ese problema, pero se pueden hacer cambios definitivos. Se puede perder peso, pero mantenerlo es lo más importante. Si no se corrige la parte emocional, todo el peso que ha perdido no va a durar mucho.
Para un paciente con obesidad, ¿qué es lo más difícil de superar?
Por supuesto que la parte emocional. Muchos pacientes están dañados, vienen unos que han sufrido abusos por parte de sus mismos padres. Hay pacientes (mujeres) que me dicen: “sufro mucho porque mi esposo me dice gordita”, otras aseguran “que mi esposo me dijo que si subía de peso me iba a dejar y me dejó”.
En los varones las cosas unos la resuelven diciendo: “estoy feliz así, mi esposa así me quiere”. También está el bullying en el trabajo, cuando dicen “ya vino la gordita”, o les reprochan que “usted no va a encontrar nada aquí”.
¿Cómo han cambiado su vida los testimonios del programa “Venciendo tu peso”?
Es impresionante. En mí es una bendición. He aprendido como médica y cada día hablamos de diferentes temas, me he vuelto una experta. Los títulos no lo hacen a uno perfecto, todos los días podemos aprender de las demás personas.
¿Cómo decide involucrar su profesión con los medios de comunicación?
Desde pequeña tuve el sueño de ser bailarina de ballet y de trabajar en televisión en el área de la salud, y poco a poco se fueron abriendo las puertas.
¿Se especializó en danza?
Comencé a practicarla cuando tenía 16 años en la escuela nacional de Danza Mercedes Agurcia Membreño, viendo a mi hermana, que era muy pequeña y ya había incursionado en las clases de ballet; ahí estuve como siete años recibiendo clases. Luego di clases en algunas escuelas privadas. Posteriormente con mi hermana surgió el proyecto de una escuela propia. Actualmente estamos en un período de receso debido a las múltiples ocupaciones que tenemos ambas.
¿Cómo encuentra tiempo para escribir, bailar y leer?
Es sumamente difícil, muy difícil, hay días, como cualquier ser humano, que quiero hacer un alto, pero Dios me da la fuerza, si no fuera por él no podría porque nos cansamos, porque también hago la producción de mi programa, tengo que buscar a los médicos, los temas que sean de interés general, tengo que enviar las imágenes, los videos didácticos, en fin...
Como madre moderna, ¿qué le inculca a su niña?
La palabra de Dios, esa jamás tiene competencia porque Dios da un poco para todos, abre puertas y nos provee metas y sueños a cumplir, pero depende de cada quien lograrlos. Lo mejor que uno le puede dar a un hijo, aparte de la educación formal, es la enseñanza espiritual.
¿Una meta por cumplir?
Muchísimas, una de ellas son mis libros, que estoy segura van a ser de mucha bendición para las personas. Quiero que mis libros no solo sean vistos como textos para el control de peso, sino que conduzcan a las personas a un cambio integral. Tengo sueños de seguir estudiando, actualizándome en otras áreas.
¿Qué legado espera dejar después de todo esto?
Quiero dejar el legado de la salud a las personas. La salud todavía es insuficiente en nuestro país, y no es porque tengamos malos médicos, ellos son excelentes, pero tenemos que buscar otras alternativas, abrir las puertas a temas que todavía se cierran, como la medicina natural homeopática.
¿Sobre qué valores ha construido su vida?
Dios, la familia y la relación con mis pacientes, ese es mi entorno, pero uno dentro de todo esto busca la paz interior, esa paz que no tiene precio, teniendo a Dios como el eje.
¿Tiene algún libro de su preferencia?
Hay uno muy interesante que lo escribió el doctor Tom Kolver. El habla de la salud como un pilar integral. Me llamó mucho la atención porque no solo se enfoca en los químicos sino que también en diferentes áreas de la salud. También están los libros del pastor René Peñalva, donde no le dice a uno lea la biblia todo el día, sino que le habla de lecciones de vida, del poder de la meta en la batalla.
¿El área de la nutrición es elitista?
Hay acceso, lo que pasa es que nosotros lo vemos lejos porque creemos que esto es un lujo, y no es cierto. Cuando estemos conscientes, y esa es mi labor, la gente se dará cuenta de que en vez de comprarse una cartera de tres mil lempiras o un pantalón de marca, es mejor invertir en la salud, porque esta no tiene precio; la vida pasa tan rápido que nos damos cuenta cuando ya tenemos 40 o 50 años y nos arrepentimos de no habernos cuidado.