En menos de 15 días al menos cinco estudiantes han perdido la vida a manos de la violencia y la criminalidad que impera producto de la impunidad en Honduras.
Jóvenes soñadores, llenos de energía y que sin duda estaban forjando su futuro para servir al país de forma honrada han sido asesinados en diferentes circustancias en las últimas dos semanas.
Mientras tanto, estos hechos violentos parecen no tener respuesta alguna, como si la justicia no existiera y cualquiera pueda darse el lujo de derramar sangre inocente.
El 14 de febrero, día que se supone reina el amor y la amistad, Geovanny Maldonado Munguía, de 24 años de edad, fue atacado por criminales que se subieron a un bus que cubre la ruta El Carrizal-UNAH-La Sosa.
Geovanny estudiaba arquitectura y ese día regresaba de la universidad hacia su vivienda tras finalizar su jornada académica; sin embargo, fue víctima de un violento asalto en el bulevar Fuerzas Armadas de la capital.
Mientras tanto, siete días después en la colonia Kennedy, el universitario Angel Manrique Andrade Reyes (21) años fue asesinado.
Andrade departía y almorzaba con dos personas en uno de los bloques de la popular colonia cuando desconocidos se acercaron y le infieron varios disparos.
Su cadáver quedó tendido sobre un acera. Sobre investigaciones o arrestos por este hecho autoridades no han dicho nada.
La jovencita, que con tanto esfuerzo estaba a punto de convertirse en toda una enfermera fue atacada por sujetos mientras estaba en una pulpería. Su madre resultó herida pero lo más doloroso es que observó cómo le quitaron la vida a su hija.
Este crimen está sumergido en el misterio ya que su cadáver fue hallado en el interior de su apartamento donde estuvo al menos tres días sin ser descubierto.