A minutos de su sepelio, decenas de personas llegaron este martes a la iglesia Medalla Milagrosa para darle el último adiós al padre Antonio Quetglas, quien murió el lunes a causa de un fulminante paro cardíaco, según trascendió en los medios de comunicación.
Quetglas fue llevado este día a la iglesia donde por muchos años auspició la misa y donde se le hizo la despedida para sepultarlo esta mañana en el cementerio Jardines de Paz Suyapa, la ciudad de Tegucigalpa, parte de la capital de Honduras.
+Un legado de amor y solidaridad deja el padre Antonio Quetglas en Honduras
Los feligreses se dieron cita este día en el templo, para darle el hasta pronto al sacerdote que cumplió por más de 54 años su misión en Honduras, el cual hizo su hogar, después de llegar desde España, donde nació y vive su familia.
Rodeado de rosas blancas y de las personas que lo admiraron la misa de cuerpo presente se desarrolló este martes, para posteriormente trasladar al padre Antonio al campo santo, donde se espera una masiva afluencia de personas.
El religioso dejó un enorme legado en Honduras y cientos de personas lamentaron su fallecimiento. El sacerdote fue descrito por sus cercano y fieles como una persona jovial y alegre, además de muy carismático para ofrecer la misa de cada domingo.
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