Tegucigalpa, Honduras
La noche del jueves fue sangrienta y de terror en la Residencial Honduras.
Cinco personas perdieron la vida y tres resultaron heridas en un confuso enfrentamiento entre supuestos delincuentes y miembros de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).
El hecho se registró a eso de las 11:00 de la noche, después de que un grupo de presuntos delincuentes raptó a un joven en El Tablón, lo subieron a un microbús que interceptaron a su paso y luego se dirigieron a la Residencial Honduras.
En el automotor se transportaban empleados de una empresa de encomiendas que iban de rehenes. Cuando intentaban darse a la fuga se encontraron con una patrulla de la PMOP, por lo que el secuestrado aprovechó y pidió auxilio.
Acto seguido la patrulla les dio persecución y se inició la nutrida balacera.
Este hecho ha provocado que el Ministerio Público haya iniciado una investigación para determinar el manejo que hizo la autoridad del caso.
Las personas que perdieron la vida fueron identificadas como Óscar Ramón Pineda Torres, de 23 años de edad; Fredy Ernesto Posadas Ortiz, de 48 años; Jaime Enrique García Bonilla, de 39 años; Yimi Antonio Palma Herrera, de 20 años; y Arnaldo Bueso Mejía, de 25 años.
Los heridos fueron identificados como Luis Saúl Bueso Rodríguez, de 20 años, quien es soldador y trabaja con el pastor de la iglesia evangélica, Luis Armando Álvarez Cabrera y un menor de 16 años.
Mario Rivera, vocero de la PMOP, detalló que los ocupantes del microbús, al ver la presencia militar, aceleraron la marcha y casi chocan con la patrulla, de inmediato se les dio persecución y en ese momento empezaron a disparar en contra de los miembros de la Policía Militar.
“Uno de los ocupantes del microbús pidió auxilio y dijo que lo llevaban secuestrado, por lo que se registró el intercambio de disparos y producto de ello fallecieron cinco personas y tres resultaron heridas”, manifestó.
Detalló que, producto de la veloz carrera, el microbús fue a impactar con un vehículo que estaba estacionado en la calle principal de la Residencial Honduras.
De acuerdo a las investigaciones preliminares, la persona que pidió auxilio resultó con heridas leves. Manifestó que lo estaban golpeando dentro de la bus y amenazándolo con que lo iban a ir a matar a La Montañita.
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Colisión
El microbús colisionó con un vehículo Kia modelo Sephia de color azul que estaba estacionado en la orilla de la calle.
Fue en ese momento que arreció el intercambio de disparos entre los militares y los delincuentes, a inmediaciones de una escuela pública de dicho sector de la capital.
En el lugar del incidente tres personas perdieron la vida al instante, una en una ambulancia del servicio 911 y otra en la sala de emergencias del Hospital Escuela Universitario (HEU).
Mientras que tres resultaron heridas y fueron trasladadas a la sala de emergencia del HEU.
Dos de los heridos fueron dados de alta la tarde de ayer y fueron enviados a las instalaciones de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para ser investigados sobre el incidente. El tercero de los heridos se encuentra en proceso de recuperación debido que recibió un disparo en uno de sus ojos.
¿Quiénes eran las víctimas?
Jaime Enrique García Bonilla, uno de los fallecidos, era el conductor del microbús.
Desde hace diez años trabajaba en la bodega de químicos del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) y en horas de la noche se dedicaba a transportar el personal de la empresa de envíos.
Las personas que llegaron a reclamar el cadáver a la morgue comentaron que García Bonilla era una persona humilde, trabajadora y que no tenía problemas con nadie.
“Él andaba dejando el personal de la empresa, pues todas las noches hacía el recorrido por El Tablón y la Residencial Honduras hasta terminar en la Villeda Morales”, dijo uno de los familiares.
Otro de los fallecidos que fue reclamado por los familiares fue Fredy Ernesto Posadas, de 48 años, quien tenía diez años de trabajar para la empresa Rápido Cargo. Era originario de Pespire, Choluteca, y era la última persona que todos los días iban a dejar a la Villeda Morales.
Mientras que Arnaldo Bueso Mejía, de 25 años de edad, alias “el Flaco”, residía en la colonia Los Pinos y se dedicaba a realizar trabajos de albañilería, según comentaron los familiares.
De los otros dos fallecidos no se dieron a conocer mayores detalles debido a que los familiares no se habían presentado a reclamar los cadáveres.
En el lugar de la escena del crimen, donde quedaron tres cadáveres, se encontraron evidencias, entre ellas una pistola calibre nueve milímetros, un revolver calibre 38 y un fusil AR-15.
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Los heridos
Las personas heridas fueron trasladadas al HEU y en horas del mediodía a dos de ellas se les dio de alta y fueron trasladadas a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Mientras que otra se encuentra interna en el HEU en proceso de recuperación pero bajo vigilancia policial.
Las autoridades policiales dieron a conocer que contra la persona que permanece interna se habían emitido cinco órdenes de captura por cometer diversos delitos.
Agentes, armas y patrulla, puestos a la orden de la Fiscalía para investigar tiroteo
Seis miembros de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) fueron puestos a la orden del Ministerio Público (MP) para que se investigue la responsabilidad que tuvieron en la muerte de cinco personas en la Residencial Honduras.
El teniente Mario Rivera, vocero de la PMOP, detalló que “somos una institución transparente que actuamos en el marco jurídico del país y, en ese sentido, desde el momento que se produjo el hecho, los seis miembros de la Policía Militar que participaron en la acción fueron remitidos inicialmente a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI). Posteriormente serán enviados al Ministerio Público junto a las armas de fuego que empleaban al igual que la patrulla”, dijo el oficial.
“Nosotros somos respetuosos de las leyes, actuamos de forma transparente y ellos ya están en poder de las autoridades competentes para que continúen con las investigaciones y el proceso que establece la ley”, recalcó Rivera.
Detalló que en los operativos que se realizan en los barrios y colonias, por lo general, andan en una patrulla seis miembros: cinco soldados y un oficial o un clase al mando.
Recordó que cada uno de los miembros de la Policía Militar es responsable de sus actos ya que ninguno está por encima de lo que establece la ley, por lo que los implicados en la muerte de las cinco personas se encuentran en proceso de investigación.