CORTÉS, HONDURAS.- La escena del crimen podría arrojar más pistas. En las últimas horas han surgido nuevas hipótesis que indican la posible participación de más personas en la
muerte de un asesor legal de la Policía y sus padres, hecho violento que ha conmocionado a la
comunidad de La Ceibita de Chamelecón, en San Pedro Sula, Cortés.
Inicialmente se dijo que el comerciante Ricardo Contreras Campos (59) mató a su esposa Ana Delfina Sarmiento Martínez (53) y a su hijo, el abogado Hernán Ricardo Contreras Sarmiento (25), luego de una discusión mientras permanecían en cuarentena por el coronavirus.
La Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic), que está a cargo del complejo caso, indaga si otra persona habría estado implicada en el supuesto parricidio.
De acuerdo al informe policial, el arma del comerciante tenía cuatro cartuchos sin percutir y al parecer solo se había disparado una vez, por lo que las autoridades buscan esclarecer los hechos.
Según los datos proporcionados, el arma, que estaba en las manos del comerciante (agresor), fue llevada al laboratorio para realizarle las pruebas de balística y absorción para determinar si fue él quien disparó contra su hijo y su esposa o si otra persona habría disparado contra la vida de los tres familiares.
Asimismo, se informó que la muerte está en estudio. Los cuerpos de las tres personas presentaban una herida de bala en la cabeza. Se conoció que Ana Delfina Sarmiento quedó tirada en el mueble de la casa, mientras que Hernán Ricardo y su padre estaban sobre la cama de una de las habitaciones.
Inicialmente se dijo que el comerciante Ricardo Contreras Campos (59) mató a su esposa Ana Delfina Sarmiento Martínez (53) y a su hijo, el abogado Hernán Ricardo Contreras Sarmiento (25), luego de una discusión mientras permanecían en cuarentena por el coronavirus.
La Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic), que está a cargo del complejo caso, indaga si otra persona habría estado implicada en el supuesto parricidio.
De acuerdo al informe policial, el arma del comerciante tenía cuatro cartuchos sin percutir y al parecer solo se había disparado una vez, por lo que las autoridades buscan esclarecer los hechos.
Según los datos proporcionados, el arma, que estaba en las manos del comerciante (agresor), fue llevada al laboratorio para realizarle las pruebas de balística y absorción para determinar si fue él quien disparó contra su hijo y su esposa o si otra persona habría disparado contra la vida de los tres familiares.
Asimismo, se informó que la muerte está en estudio. Los cuerpos de las tres personas presentaban una herida de bala en la cabeza. Se conoció que Ana Delfina Sarmiento quedó tirada en el mueble de la casa, mientras que Hernán Ricardo y su padre estaban sobre la cama de una de las habitaciones.