El hallazgo ocurrió en la comunidad de Jalaca, Talanga, cuando tras el velatorio descubrieron que en la morgue del Hospital Escuela les habían entregado el féretro sin el cuerpo.
La persona fallecida respondía al nombre de Oscar Aguilera, de 68 años de edad, quien de acuerdo a la familia murió esta semana a causa de un infarto, tal y como les informara el médico que lo estaba atendiendo.
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Tras el deceso, los familiares llegaron a la morgue del hospital con el ataúd y realizaron los trámites para llevarse a su pariente y darle cristiana sepultura. Pero fue este viernes cuando lo movilizaban al campo santo cuando notaron que no pesaba mucho, además al balancear la caja no se sentía nada en su interior.
Con la prohibición dada por las autoridades de no abrir los ataúdes una vez salidos de la morgue, los familiares decidieron omitirla y romper el plástico que lo sellaba para llevarse una desagradable sorpresa: les habían dado el ataúd vacío.
Tras andar de un lado para otro con la caja vacía sin que nadie les explicará lo sucedido, los familiares pudieron reclamar al fin e identificar plenamente a su fallecido, aunque destacaron que en la nueva ficha de defunción aparecía el covid-19 como causa de muerte.
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Sobre la terrible confusión, Mauricio Corrales del sindicato de empleados del Hospital Escuela refirió que 'es lamentable lo que está pasando con los familiares, es un dolor tremendo pasar por la muerte de un familiar, como sindicato les pedimos mil disculpas a los familiares'.
Señaló que es lamentable la falta de espacio en la morgue, 'al final quien sufre es el pueblo', agregó.
Por su lado, las autoridades de la morgue hospitalaria se limitaron a decir que todo había sido un error del personal nuevo ya que se encuentra en etapa de capacitación.