TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El tiempo de pandemia y las restricciones de circulación implícitas que este ha traído, no han sido suficientes para que las personas dejen de circular en su vehículos y, para agravar la situación, muchas veces manejan de manera imprudente.
Las cifras más recientes de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNTV) revelan que a pesar de las prohibiciones, durante los últimos cinco meses de este año se han registrado un promedio de diez accidentes diarios, al menos dos de ellos con saldos fatales.
Las primeras medidas preventivas para evitar el contagio masivo de personas con covid-19 fueron impuestas por el Gobierno de la República a partir del lunes 16 de marzo.
Desde ese momento se pensó que la circulación vehicular se iba a reducir de manera ostensible -hasta cierto punto ha sido así-, sin embargo, la imprudencia de los conductores no cambió en lo absoluto.
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Accidentes con saldo fatal
Los datos recabados por el Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol) reflejan que entre el 20 de marzo y el 8 de agosto del 2020 ocurrieron en el país 1,441 accidentes de tránsito en las carreteras y sitios urbanos.
Producto de esa gran cantidad de accidentes, 637 personas resultaron lesionadas, pero lo más grave de ello es que en esos percances perdieron la vida 278 personas, entre hombres, mujeres y niños.
El subcomisario José Estévez, portavoz de la DNTV, es del criterio que los accidentes siguen en las carreteras del país a pesar de las restricciones de circulación impuestas a la población debido a “la desatención de la ciudadanía a las normas impuestas por las autoridades”.
Uno de los aspectos que sigue fallando para la alta incidencia de este tipo de accidentes, según el oficial, es el desinterés de la persona que conduce un vehículo para manejar de manera prudente en las carreteras.
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Las causas siguen persistiendo
De los 1,441 accidentes de tránsito suscitados durante el tiempo en mención, la mayor parte de ellos han sido producto del exceso de velocidad en el que los motoristas han conducido sus automotores.
Otra de las causas es el conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Sólo por este motivo, agentes de vialidad y transporte decomisaron entre el 20 de marzo y el 8 de agosto 324 licencias para conducir a nivel nacional. Otros 3,754 permisos para manejar fueron confiscados por participar en accidentes. En total fueron objeto de decomiso 43,617 licencias en 141 días de la pandemia.
Desde el 1 de enero hasta el 9 de agosto del presente año, el Sepol contabilizó más de 500 decesos por esta causa, la segunda con mayor ocurrencia después de los homicidios.
Las cifras evidencian que a pesar de la emergencia sanitaria el actuar de los conductores sigue siendo el mismo, el irrespeto a las señales de tránsito y exceder los límites de velocidad.
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