La víctima mortal fue identificada con el nombre de Luis Sandres, de 25 años de edad. El joven fue ultimado en el interior de su unidad de transporte con número de registro 0227 y placa AAT 6190.
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Uno de los primos del ahora occiso que llegó a la escena del crimen, aseguró que unos pasajeros le hicieron parada, sin embargo, este no se quiso estacionar, por lo que le dispararon en reiteradas ocasiones.
'Él era súper tranquilo. Ojalá que las autoridades hagan justicia porque es lamentable esto', dijo el pariente de Sandres.
La persona recibió varios impactos de bala en su cabeza, por lo que su rostro quedó irreconocible.
Miembros de la Policía Nacional llegaron al lugar solo minutos después de que se escucharon la detonaciones de arma de fuego y apartaron a varios curiosos que intentaban ver el cadáver de la víctima.
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Hasta ahora se desconocen los motivos por los que habrían ultimado al trabajador del transporte que se suma a la larga lista de muertes violentas en Honduras.
Cruda realidad
El impacto de la pandemia del covid-19 en Honduras se reflejó en la economía, en la movilidad de las personas y, en su momento, también en la reducción de la violencia, pero ahora los números por homicidios están en rojo.En casi un año, Honduras registró -según registros preliminares- 3,252 muertes violentas, cifra que muestra una reducción del 18% en comparación con 2019 cuando hubo 3,985, al menos hasta el 27 de diciembre.
La cifra general, actualizada hasta el último domingo del año, significa que en promedio nueve personas murieron de forma violenta cada día durante 2020 o, al hacer otro cálculo matemático, podemos decir que cada dos o tres horas un hondureño era asesinado.
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