El cadáver es del administrador de empresas Edwin Amador, de 31 años de edad, quien trabajaba como taxista VIP en la capital hondureña.
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Los comerciantes del sector reportaron que un carro turismo, con placas PDU 6257, color azul, había sido abandonado en el estacionamiento y del mismo se desprendía un olor nauseabundo.
Tras la denuncia, una patrulla de la Policía Nacional llegó a la escena del crimen y comprobó los datos, por lo que dio aviso a los entes de investigación.
Horas después un equipo de inspecciones oculares junto a una fiscal del Ministerio Público (MP) llegó a la escena del crimen y abrió el baúl del vehículo donde halló el cuerpo sin vida.
El cadáver del joven -en un avanzado estado de putrefacción- estaba envuelto en una manta de colores negro y gris.
Tras retirarlo del carro, el cuerpo fue subido al vehículo del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses donde un equipo de investigadores le practicará la autopsia y confirmará sus datos para posteriormente entregárselo a sus familiares.
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