Se trata de Luis Fernando Cruz Meza, de 30 años, conocido en el mundo criminal con el alias de 'El Fercho', a quien se le decomisó más de 50 mil lempiras en efectivo.
LEA: Recapturan a privado de libertad tras fugarse del Centro Penal de Olanchito
La detención se realizó en la Colonia Óscar A. Flores de Comayagüela, donde equipos especiales de la FNAMP lograron dar con la ubicación de esta persona tras semanas de trabajos de inteligencia e investigación.
El aprehendido sería uno de los principales enlaces entre cabecillas de la pandilla 18 que permanecen privados de libertad, para la administración del dinero producto del cobro de extorsión y la venta de drogas.
De acuerdo a las autoridades, el sospechoso operaba en todo el sector que se ubica entre las colonias El Pedregal, Lomas del Cortijo, Óscar A Flores, La Alemán, La Peña, Calpules entre otras.
Decomisan lista de víctimas de extorsión
Las autoridades también le decomisaron listas manuscritas donde detallaban nombres de pequeños negocios, empresas de repartición de alimentos y bebidas, además de las terminales de transporte que formaban parte de las víctimas del cobro de extorsión de la pandilla 18, a quienes mantenían amenazados de muerte sino hacían efectivos los pagos exigidos.VEA: Asesinan a dos personas en menos de 10 minutos en Catacamas, Olancho
Dentro de lo decomisado también figuran varias hojas de depósitos bancarios, que según las investigaciones forman parte de los recursos ilícitos que perciben tanto de extorsión como de la venta de drogas.
Además un arma de fuego tipo pistola calibre 9mm con su respectivo cargador y municiones, de la que se busca verificar si la misma estaría relacionada con los hechos violentos.
Se le decomisó dos paquetes que contienen en su interior hierba seca supuesta marihuana, un vehículo de lujo tipo camioneta marca Honda CRV y dos teléfonos celulares.
Agentes de la FNAMP dieron a conocer que alias Fercho practicaba nuevos métodos de extorsión que han sido descubiertos en días recientes, él ejercía préstamos a terceros a quienes cobraba intereses casi impagables, amenazando con quitarles la vida sino hacían efectivo el pago en tiempo y forma.
Los investigadores revelaron que esta práctica de extorsión también la utilizan como un mecanismo de tratar de blanquear el dinero ilícito, por lo que se contempla como lavado de activos.