Sicarios que se conducían en una motocicleta fueron los autores materiales del asesinato de un supuesto comerciante que se registró la tarde de ayer en el bulevar Juan Pablo II, según la investigación preliminar de la Policía.
Las autoridades identificaron a la víctima como Nery del Cid Oliva, de 32 años, originario de Caridad, Valle, con domicilio en esta capital, y cuyo cadáver quedó en el interior del vehículo que conducía.
El infortunado falleció al instante de múltiples heridas de bala que recibió luego que el copiloto de una motocicleta le disparó, supuestamente, con una ametralladora Uzi.
Técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) realizaron las diligencias preliminares en la escena en busca de indicios que arrojen pistas para identificar a los asesinos.
Unos dolientes que llegaron a la escena del crimen dijeron que del Cid Oliva residía en Amapala, Valle, otros que en la residencial Francisco Morazán, en Altos de Villa Adela y en Lomas de Toncontín.
Relación de hechos
Según relatos de testigos, eran alrededor de las 3:00 de la tarde cuando del Cid Oliva se conducía en un automóvil marca Mitsubishi Sportero, color blanco, con matrícula PCH-4200.
El automotor circulaba por la calle de Casa Presidencial en dirección a la colonia El Prado, pero unos 75 metros antes de llegar al cruce del bulevar Juan Pablo II, uno de los dos motorizados abrió fuego contra el motorista.
El vehículo siguió descontrolado, cruzó el semáforo y se detuvo al estrellarse en un cerco de láminas de zinc en el carril que conduce del centro de la ciudad a Plaza Miraflores.
Mientras tanto, los malhechores se dieron a la fuga con rumbo hasta ayer desconocido.
La Policía constató que sobre el pavimento, frente a una cadena de negocios de comidas rápidas, quedaron 27 casquillos de bala, los que fueron levantados por los técnicos de la DNIC.
El vehículo resultó con por lo menos 30 perforaciones de bala de entrada y salida en ambos lados, tanto en los vidrios como en las puertas delanteras.
Se constató que en los postes del tendido eléctrico que están en el cruce hay por lo menos ocho cámaras instaladas por la Secretaría de Seguridad, más las que se ubican en los semáforos y las pertenecientes a los establecimientos de comidas rápidas de la zona.
Todas estas cámaras debieron haber captado el momento en que los asesinos dispararon contra el automóvil.
Investigación
Unidades de inteligencia de la Policía Nacional realizan las investigaciones orientadas a establecer si el crimen tiene relación con la masacre que se registró el lunes 15 de abril entre las colonias La Haya y El Pedregalito de Comayagüela, que dejó el saldo de cinco muertos, incluida una estudiante de secundaria.
En la escena del crimen trascendió que el ahora occiso podría haber tenido vínculos de amistad con algunas de las víctimas de la matanza, lo que es investigado por los cuerpos de inteligencia policial.
Asimismo, circuló la versión de que del Cid Oliva estuvo secuestrado tres días, lo que no fue confirmado por la Policía.
Una doliente aseguró que el ahora occiso era comerciante, que se dedicaba a la venta de ropa y lociones en los mercados de Comayagüela y que era dueño de hortalizas en Villa de Las Flores en el valle de Comayagua.