TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Al menos
cinco hechos violentos han campeado en los centros escolares de Honduras en lo que va de 2018.
Este miércoles un padre de familia resultó herido cuando un tiroteo -que pudo haber dejado más víctimas- se desató en una escuela de la colonia La Cañada en la capital de Honduras.
El incidente se registró en la escuela José Ramón Cálix cuando la víctima intentó huir de varios delincuentes al refugiarse dentro del centro educativo.
Pero este no es un caso aislado, el 11 de abril una maestra sufrió un atentado en cercanías al Centro Básico Monseñor Jacobo Cáceres de la aldea Suyapa, en Tegucigalpa.
Desde una motocicleta en movimiento le habrían disparado a escasos metros de la escuela, en donde una semana atrás un menor también perdió la vida en un hecho violento.
El pequeño de nombre Rodis Eduardo Peralta murió al recibir un disparo en la cabeza a la entrada del centro escolar cuando esperaba transporte para ir a su casa.
El caso de Rodis Eduardo Peralta conmocionó a los hondureños.
También en abril, un maestro fue asesinado en su salón en Esquipulas del Norte, Olancho. La víctima daba clases en la escuela Ángel J. Hernández cuando fue atacado a disparos en medio de sus alumnos.
En el crimen resultó herido un menor de tan solo 11 años de edad.
A inicios de año, en febrero, otra maestra fue atacada a balazos en Talanga, junto a su menor hijo, cuando se dirigía a sus labores.
Este miércoles un padre de familia resultó herido cuando un tiroteo -que pudo haber dejado más víctimas- se desató en una escuela de la colonia La Cañada en la capital de Honduras.
El incidente se registró en la escuela José Ramón Cálix cuando la víctima intentó huir de varios delincuentes al refugiarse dentro del centro educativo.
Pero este no es un caso aislado, el 11 de abril una maestra sufrió un atentado en cercanías al Centro Básico Monseñor Jacobo Cáceres de la aldea Suyapa, en Tegucigalpa.
Desde una motocicleta en movimiento le habrían disparado a escasos metros de la escuela, en donde una semana atrás un menor también perdió la vida en un hecho violento.
El pequeño de nombre Rodis Eduardo Peralta murió al recibir un disparo en la cabeza a la entrada del centro escolar cuando esperaba transporte para ir a su casa.
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También en abril, un maestro fue asesinado en su salón en Esquipulas del Norte, Olancho. La víctima daba clases en la escuela Ángel J. Hernández cuando fue atacado a disparos en medio de sus alumnos.
En el crimen resultó herido un menor de tan solo 11 años de edad.
A inicios de año, en febrero, otra maestra fue atacada a balazos en Talanga, junto a su menor hijo, cuando se dirigía a sus labores.
