El Paraíso, Honduras.- La muerte de Francis Córdova y Antony Figueroa son dos casos que han perturbado la tranquilidad en El Paraíso, no solo por tratarse de una mujer y un niño, sino también por la crueldad con la que sus verdugos les quitaron la vida.
El primer hecho se registró en el municipio de Güinope, El Paraíso, al oriente de la capital, cuando el cuerpo sin vida de Anthony Jair Figueroa Salgado, de solo 11 años de edad, fue encontrado en el patio de una casa tras varias horas desaparecido.
De acuerdo con las investigaciones, el pasado martes 5 de noviembre de 2024, la tía del menor lo envió a una pulpería cercana a su casa, ubicada en un barrio del municipio de Güinope, El Paraíso.
Al notar que el tiempo pasaba y el niño no regresaba, decidió ir a la pulpería a preguntar por él. Allí le confirmaron que Anthony había llegado a comprar tortillas, pero no se supo más de él. Ante esto, la mujer comenzó a buscarlo por diferentes lugares y, al no encontrarlo, decidió informar a las autoridades policiales sobre su desaparición.
Al día siguiente, le notificaron que habían encontrado el cuerpo de su sobrino en una casa abandonada. Autoridades de la Fiscalía Local de Yuscarán realizaron el levantamiento cadavérico y trasladaron el cuerpo al Centro de Ciencias Forenses en Tegucigalpa para realizar la autopsia médico-legal.
Según declaraciones de la tía del menor, responsabilizó del crimen a su primo, Walter Edilberto Núñez Baquedano, quien, meses atrás, había estado hostigándola, escribiéndole mensajes y preguntando constantemente por el niño.
En este sentido, agentes policiales capturaron al sospechoso en el municipio de Apacilagua, departamento de Choluteca. Durante su detención, se le decomisó un teléfono celular, una mochila que contenía prendas de vestir, varias fotografías del menor y una motocicleta roja.
El hombre habría abusado del pequeño antes de quitarle la vida. Sin embargo, esta información no fue confirmada por las autoridades debido a la edad de la víctima. Los pobladores de Güinope intentaron linchar al detenido.
Recientemente, el asesinato de Francis Yadira Córdova, de 34 años de edad, es otro de los crímenes atroces que ha sacudido la zona oriental. La mujer, madre de tres menores, fue herida con nueve impactos de bala por su expareja y luchó durante varios días en el Hospital Escuela para salvar su vida. Sin embargo, falleció ayer.
Por este hecho, las autoridades capturaron en la aldea San Juan de Linaca, Danlí, a Edgar Misael Durón Quintanilla, de 28 años, originario y residente de ese mismo sector. Según el reporte policial, atacó a Francis cuando ella se dirigía en su motocicleta rumbo a casa después de salir de un minisúper en la colonia El Arenal, donde trabajaba como cajera.
Las autoridades manejan como móvil del crimen el hecho de que el sospechoso no aceptaba que la víctima hubiera terminado la relación sentimental que mantenían. En represalia, la interceptó alrededor de las 11:00 p. m. y atentó contra su vida.
Don Edy Cristóbal Córdova, padre de Francis, relató que su hija lo llamó pidiéndole ayuda tras ser atacada a balazos por su expareja. Al llegar a la escena, encontró a su hija herida y la trasladó de inmediato al hospital Gabriela Alvarado, donde los médicos lograron estabilizarla. Posteriormente, fue llevada al Hospital Escuela en Tegucigalpa, donde fue intervenida quirúrgicamente debido a la gravedad de sus heridas. Lamentablemente, falleció.