COPÁN, HONDURAS.- Con los asientos arrancados del piso y amontonados en la parte frontal y cubiertos de sangre, así quedó la unidad de bus rapidito que participó en el trágico accidente en San Juan de Opoa, Copán, que cobró la vida de 17 personas hasta el momento.
El percance vial que se suscitó a la altura de La Montañita en la carretera CA-11, dejó además al menos 13 personas con lesiones, quienes fueron trasladados hasta el hospital de la región.
Videos captados en el interior del bus rapidito, luego de que fueron rescatadas las víctimas heridas y los cuerpos de los fallecidos, que habían quedado entre amasijos de hierro, muestran la magnitud del desastre.
Para empezar, las IMÁGENES FUERTES muestran varios rastros de sangre de las víctimas esparcida entre los asientos y por las ventanillas del bus.
También se observa cómo los asientos en lugar de permanecer pegados al piso se desprendieron y quedaron amontonados en la parte frontal.
Y es que algunas unidades de transporte presentan esta condición donde los asientos solo están sujetos por algunos tornillos y no aferrados a la carrocería, volviéndolos en peligrosos proyectiles que en lugar de ofrecer algún tipo de defensa al pasajero en caso de colisión terminan aplastando a las víctimas.