TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los miembros de la pandilla 18 que se encuentran internos en las celdas del Comando de Operaciones Especiales Cobras provocaron una reyerta la tarde de ayer.
Los menores infractores que son de los más violentos y jefes de la pandilla 18 provocaron el desorden al interior de las instalaciones policiales, lo que provocó que los uniformados reaccionaran de forma inmediata.
Los agentes Cobras activaron el sistema de seguridad para evitar una fuga y para controlar a los internos lanzaron bombas lacrimógenas.
Daban enseñanza
Felipe Morales, director del Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI), dijo a EL HERALDO que los pandilleros aprovecharon que se les estaban impartiendo enseñanzas cristianas por parte de miembros de una iglesia que visita el lugar, se abalanzaron en contra del personal de seguridad y un grupo de trabajadores que realizaban labores de mantenimiento en el centro de detención.
“Los menores internos golpearon algunas personas igual que algunos de ellos resultaron con lesiones leves, pero en el caso de nuestro personal hay una persona a la que le fracturaron una mano”, dijo Morales.
“El centro recuperó el control rápidamente y todo volvió a la normalidad hasta donde ingresaron los fiscales y juez de ejecución para garantizar los derechos de los menores infractores”, dijo.
