Tegucigalpa, Honduras
Un operativo encubierto efectuado por agentes de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) evitó la madrugada del pasado martes que pandilleros atentaran contra una unidad del transporte interurbano en la capital de la República.
La oscuridad de la madrugada permitió que los detectives de la FNA se apostaran hábilmente en una de las esquinas entre la séptima avenida y la novena calle de Comayagüela.
La estrategia fue perfecta. Con el amanecer aproximándose, a las 5:45 de la mañana, dos vehículos ingresaron desde el sector de Villa Adela por la séptima avenida.
Al estar en la cuadra entre la décima y novena calle -siempre en la séptima avenida- a inmediaciones del popular mercado Mama Chepa, de un Honda Civic color gris sin placas y de otro Honda CRV con placa PCU 9720 color azul celeste se bajaron varios sujetos con fusiles AK-47 y pistolas calibre 9 mm.
Los agentes camuflados en sus vehículos, tras observar la llegada intempestiva de los malhechores, irrumpieron en su camino e intentaron aprehender a los hombres armados.
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Sin embargo, al ver la presencia de los agentes de la FNA comenzaron las ráfagas de disparos en contra de la autoridad.
Tras el ataque, a veloz carrera, los pandilleros abordaron los dos automotores en los que habían llegado a la zona y en el intento de escapar colisionaron contra dos taxis que buscaban cubrirse de la balacera.
El traspié con las unidades de transporte con registros 5432 y 3616 del punto de colectivos que recorren entre Comayagüela y el Hospital San Felipe provocó que los facinerosos dejaran abandonado el carro turismo Honda Civic.
Obligados a dejar uno de los vehículos parcialmente destruido por el fuerte impacto, los sujetos se subieron en veloz carrera a la camioneta CRV ante la lluvia de balas de ambos frentes, para luego abandonar la escena.
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Con la finalidad de escapar al imponente asedio policial, tomaron la novena calle desde la séptima avenida con dirección al Estadio Nacional.
Con los vidrios quebrados y con las averías sufridas por la camioneta, los pandilleros decidieron cambiar de vehículo y a la altura del Estadio Nacional, frente a la localidad de silla, interceptaron a un ciudadano. El motivo era despojarlo de su automotor para escapar y así fue.
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La camioneta CRV azul celeste en la que inicialmente se transportaban quedó en medio de la calle, aún con el motor encendido mientras ellos huían en un nuevo transporte, desconocido por los agentes de la FNA, que les daban persecución.
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El carro recién robado era un turismo marca Mazda, con placa PAE 0677, el que fue despojado a su original propietario mediante la intimidación armada.
Conscientes de que en cualquier momento podrían ser alcanzados por los miembros de la FNA, nuevamente en otro acto criminal obstaculizaron el paso de un conductor de taxis, a quien encañonaron y le quitaron su unidad con registro 6241.
Este hecho se suscitó a inmediaciones del campo de fútbol El Birichiche, a escasos metros del Estadio Nacional.
Con rumbo desconocido huyeron del lugar y tan solo unos minutos más tarde las autoridades policiales reportaron el hallazgo de dicho taxi, abandonado en el anillo periférico en las cercanías de la colonia Calpules.
Por el lugar en el que dejaron su último rastro se presume que podría tratarse de miembros de la pandilla 18, residentes en la colonia San Isidro de esta ciudad.
Una fuente de la FNA confió a EL HERALDO que se ha comenzado un proceso de investigación orientado a rastrear, a través del sistema de cámaras de vigilancias de la ciudad, los movimientos que realizaron los malhechores antes, durante y después del frustrado ataque.
Ver mapa de recorrido de los criminales:
