TEGUCIGALPA, HONDURAS. -“Solo muerto regreso a Honduras”, fueron las últimas palabras que Henry Adalid Díaz Reyes (26) expresó a sus familiares vía teléfono desde Guatemala y su presagio lamentablemente se cumplió.
Entre llanto, dolor y luto, familiares y amigos de Henry lo despidieron de este mundo en el cementerio del municipio de Goascorán, Valle.
Los restos mortales del joven llegaron al país en horas de la noche del miércoles en un ataúd completamente sellado.
Inmediatamente el cuerpo fue trasladado hasta la colonia 19 de Septiembre de Comayagüela, donde fue velado.
El joven hondureño, que laboraba en el país como ayudante de bus, había salido desde esa colonia con un grupo de amistades para cumplir el sueño americano, “solo muerto regreso a Honduras”, advirtió sin imaginar el poder que sus palabras tuvieron.
A eso de las 8:00 AM los familiares de Díaz emprendieron el viaje en un ambiente sombrío hasta Goascorán de donde son la mayoría de sus parientes.
“Henry Adalid ya venía en estado descomposición, desde el miércoles a las 10:00 PM que lo bajaron se sentía el mal olor a pesar de que dijeron que lo habían preparado, por eso hay que enterrarlo luego”, expresó entre lágrimas una de sus tías.
En el camino a Goascorán su sumaron una gran cantidad de amigos y seres queridos, incluida su abuela, quien viajó desde Estados Unidos para darle el último adiós al nieto que según ella crió como un hijo.
Según explicó la señora de unos 80 años de edad, ella había viajado hacia Estados Unidos de vacaciones hace unos días atrás, pero sus hijas le dijeron que tenía que regresar a Honduras, no obstante no le dijeron lo que en realidad estaba pasando, debido a que podía complicarse su estado de salud.
“¿Qué pasa en la casa, para qué me han traído aquí de carrera?, no me querían decir”, dijo la señora entre lágrimas mientras perdía su mirada en el ataúd donde reposaban los restos de su muchacho.
Una vez en Goascorán los familiares procedieron a darle el último adiós.
Entre las lamentaciones en el cementerio estaba el hecho de no haber podido persuadir al joven para que no realizara tan peligroso viaje.
Cabe mencionar que luego de que la primera caravana de migrantes saliera desde la ciudad de San Pedro Sula, el pasado 13 de octubre, varios grupos como en el que iba Díaz han seguido sus pasos sin medir el riego al que se exponen al tratar de ingresar a México.
Hasta el momento durante los recorridos de las diversas caravanas han perdido la vida tres jóvenes hondureños, dos de ellos al caer de vehículos en los que pidieron jalón y Díaz que falleció de manera violenta en la frontera entre Guatemala y México.