TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La poderosa adicción a las drogas de la mayoría de los reclusos, internos en las cárceles del país, los obliga a buscar cualquier artimaña para poder consumirlas, sin importar que con esto tengan que meter en problemas legales a su familia.
Casi de manera simultánea, ocurrió ayer en los dos centros de máxima seguridad del país, en El Pozo I y II, en Ilama y Morocelí, respectivamente.
En El Pozo I, las autoridades penitenciarias en Ilama, Santa Bárbara, requirieron a un reo que regresaba de una audiencia en los Juzgados de Ejecución de San Pedro Sula, a quien al pasarlo por el escáner Bodyscan se le detectó un paquete en el conducto de su recto.
Al interno, identificado como Ángel Donaldo Matamoros García, los celadores le comunicaron que sabían que llevaba algo irregular en su cuerpo; posteriormente él entrego de forma voluntaria el paquete. Se trataba de varios cigarros y una caja pequeña de fósforos. Las autoridades indicaron, que a este recluso se le aplicarán las sanciones establecidas en el reglamento disciplinario para las personas privadas de libertad.
Con marihuana en la vagina
Por su parte, la joven Paola Isabel Carrasco Ponce, fue capturada por agentes penitenciarios, ya que al realizar similar proceso de revisión que con el anterior caso, detectaron que en su vagina llevaba un bulto extraño.
La mujer de 25 años fue revisada por el personal médico de El Pozo II, en Morocelí, El Paraíso, y después de unos minutos le fue extraído de la vagina un objeto deforme envuelto en cinta aislante color negro, en el que llevaba marihuana.
Paola Carrasco visitaría al convicto Jorge Luis Santos Rodríguez, al parecer su pareja sentimental, a quien le entregaría la droga.
Ella fue remitida a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) de Yuscarán, El Paraíso, para seguir el proceso judicial por el delito de facilitación de los medios de transporte para el tráfico de estupefacientes. En ambos casos les será restringidas sus visitas.
Casi de manera simultánea, ocurrió ayer en los dos centros de máxima seguridad del país, en El Pozo I y II, en Ilama y Morocelí, respectivamente.
En El Pozo I, las autoridades penitenciarias en Ilama, Santa Bárbara, requirieron a un reo que regresaba de una audiencia en los Juzgados de Ejecución de San Pedro Sula, a quien al pasarlo por el escáner Bodyscan se le detectó un paquete en el conducto de su recto.
Al interno, identificado como Ángel Donaldo Matamoros García, los celadores le comunicaron que sabían que llevaba algo irregular en su cuerpo; posteriormente él entrego de forma voluntaria el paquete. Se trataba de varios cigarros y una caja pequeña de fósforos. Las autoridades indicaron, que a este recluso se le aplicarán las sanciones establecidas en el reglamento disciplinario para las personas privadas de libertad.
Con marihuana en la vagina
Por su parte, la joven Paola Isabel Carrasco Ponce, fue capturada por agentes penitenciarios, ya que al realizar similar proceso de revisión que con el anterior caso, detectaron que en su vagina llevaba un bulto extraño.
La mujer de 25 años fue revisada por el personal médico de El Pozo II, en Morocelí, El Paraíso, y después de unos minutos le fue extraído de la vagina un objeto deforme envuelto en cinta aislante color negro, en el que llevaba marihuana.
Paola Carrasco visitaría al convicto Jorge Luis Santos Rodríguez, al parecer su pareja sentimental, a quien le entregaría la droga.
Ella fue remitida a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) de Yuscarán, El Paraíso, para seguir el proceso judicial por el delito de facilitación de los medios de transporte para el tráfico de estupefacientes. En ambos casos les será restringidas sus visitas.