Tegucigalpa, Honduras
Severos golpes en su cuerpo, luego de recibir el impacto de una estampida de toros, acabaron con la vida de Walter Fabricio Sánchez (19).
El muchacho, que era originario de la zona de La Mosquitia, realizaba labores en Olancho para ganarse la vida, aunque lo que encontró fue la muerte.
Relatos de familiares detallan que a Sánchez le encomendaron la misión de arriar un grupo de 50 toros, él laboraba en un aserradero y no tenía experiencia con los animales.
Uno a uno los sacó del cerco para trasladarlos a otra zona para pastar, sin imaginar que en el trayecto varias de las bestias iban a emprender una veloz carrera en su contra.
En un afán por salvar su vida, el jovencito corrió pero fue alcanzado y embestido brutalmente, lo que ocasionó su trágica muerte.
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