TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Dos disparos fueron suficientes para acabar con la vida del gerente de una compañía de seguridad este lunes en uno de los bulevares de la capital de Honduras.
El hecho de violencia se registró alrededor de las 11:55 de la mañana, solo unos minutos después de que el infortunado terminara de hacer el retiro de una fuerte suma de dinero de una agencia bancaria ubicada en la zona de Miraflores.
El fallecido respondía en vida al nombre de Ángel Eduardo Ramos Baires, de 34 años de edad.
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El vehículo en el que viajaba Ángel Eduardo volcó de forma estrepitosa, yendo a impactar contra un poste del tendido eléctrico y un árbol frente a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), en el carril de ida hacia el sector de Las Brisas.
La camioneta color azul celeste, marca Honda CRV, con placas 2383, conducida por el ahora occiso quedó parcialmente destruida y en sentido contrario al que llevaba en un inicio.
Dos versiones
Una de las hipótesis fuertes en torno al violento suceso es que el joven ejecutivo era perseguido por varios hombres a bordo de otro vehículo y que estos habrían provocado el accidente, con el fin de quedarse con el botín que había retirado del banco.
De forma posterior al choque, los maleantes se bajaron de su carro para despojar del dinero a ángel Ramos, con el que habrían forcejeado; acto seguido le infirieron los dos disparos.
Sin embargo, otra versión indica que quien pudo haber cometido el crimen seguido de robo fue el hipotético acompañante que Ángel Eduardo llevaba como pasajero en el asiento del copiloto.
Ambas versiones ahora son investigadas por detectives de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para poder atar cabos y dar con el paradero de los autores materiales de esta muerte violenta.
Intentaron auxiliarlo
Casi al instante del volcamiento, personas que iban a bordo de una unidad de transporte se bajaron para tratar de auxiliar a los potenciales heridos que estaban dentro del carro.
Al acercarse vieron que solo estaba él adentro del automotor, a quien sacaron por la puerta del copiloto para intentar reanimarlo, pero Ángel ya había expirado.
Al lugar llegaron paramédicos del 911, pero de igual manera no había nada que hacer con el paciente.
Familiares que llegaron después a la escena del crimen confirmaron que en efecto él difunto era gerente de una presa de seguridad, con sede en la ciudad de San Pedro Sula.
Además, que tenía aproximadamente ocho años de laborar para tal empresa de seguridad, pero se limitaron a dar más detalles.
El cuerpo sin vida del joven fue retirado del bulevar Fuerzas Armadas por personal de Medicina Forense, mientras que elementos de Inspecciones Oculares de la DPI recogieron todas las evidencias que les permitan llevar a cabo una buena investigación.
Se conoció que los disparos tenían orificio de entrada por el lado derecho del abdomen y salieron cerca del hombro izquierdo. Uno muy cerca del otro.
El dinero que había retirado era para pagar la planilla de los guardias de seguridad que tiene distribuidos la compañía en distintos comercios de la capital, pero al parecer no se llevaron el total del mismo porque dentro del carro quedaron varios paquetes de dinero.
Ángel era originario de la capital, con domicilio en la populosa colonia San Miguel de la capital. En horas de la noche los restos mortales fueron retirados de la morgue del Ministerio Público, donde le fue practicada la autopsia.
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