Tegucigalpa, Honduras
Con un beso en la frente se despidió de sus dos hijas y le dijo a su familia que regresaría antes del anochecer, sin imaginar que ese sería el último beso que daría a sus pequeñas. Clifer Jamly Aparicio salió el miércoles de su casa en la colonia 3 de Mayo en Comayagüela, junto a su pequeña hija, con rumbo a la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), en Támara.
Esa misma noche las autoridades encontraron su cadáver dentro de sacos de mezcal, mientras que a su pequeña la dejaron abandonada en una calle aledaña a la cárcel. La noche del jueves, familiares de la joven madre se presentaron a la morgue del Ministerio Público para identificar y retirar su cadáver para darle sepultura.
Respecto a la bebé se conoció que permanece bajo el cuidado de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), hasta que se confirme que las personas que la reclaman son sus familiares.
En este caso se seguirá el mismo proceso de la bebé encontrada en una caja a inmediaciones del mercado Zonal Belén el pasado 9 de diciembre, luego que desconocidos asesinaron a su madre. Las autoridades del Dinaf dijeron que se estarían realizando pruebas de ADN, entre otra serie de análisis para confirmar que se trata de la hija de la ahora occisa. La pequeña fue evaluada por médicos que constataron su buen estado de salud