TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En los primeros diez días de enero de 2012 se registraron tres masacres que en total cobraron la vida de 18 personas.
Ese año y el anterior Honduras estaba al frente de los países más violentos del mundo, con tasas de 86.5 y 85.5 homicidios por cada cien mil habitantes (pccmh), respectivamente.
Seis años después, la historia es diferente. Para este año se proyecta cerrar con una tasa de entre 39 y 40 homicidios pccmh, es decir una reducción de alrededor de 46.5 puntos.
En las principales ciudades de Honduras a inicios del siglo XXI las maras y pandillas comenzaron a tomar auge, generando un ambiente de guerra urbana en los barrios y colonias del país.
Con la proliferación de estos grupo delictivos se dispararon los asesinato, se intensificó el delito de la extorsión y se impusieron sobre las autoridades, algunas de ellas involucradas también a la actividades delictivas.
El crimen cada vez se iba volviendo más organizado y el dicho popular de que “antes dormíamos con las puertas abiertas” se popularizó con tristeza, y la gente forraba de rejas las casas y puso portones en colonias completas.
Al ir mutando el crimen en sus operaciones usaba armas o equipos más sofisticados, es decir, pasó de las armas caseras o chimbas a armas automáticas y fusiles.
Los grandes carteles del narcotráfico, por su lado, operaban a sus anchas, ya que el país era un paraíso seguro para trasladar los estupefacientes de Sudamérica a México y luego a Estados Unidos.
Ante este acelerado incremento de los índices de homicidios, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en el 2004 comenzó a buscar la forma de reflejar el sangriento ambiente que a diario enlutaba al país.
A 40homicidios por cada cien mil habitantes bajará la tasa en 2018 |
Fue así que se conformó el Observatorio Nacional de la Violencia de la (ONV-UNAH), que comenzó a medir la tasas de homicidios por cada cien mil habitantes.
Con el paso de los años, en Honduras ha ido mermando ese ambiente de guerra y de “tierra sin dueño” que sufrió por muchos años y hoy se presta a entrar a las tasas de violencia que tenía en el siglo pasado, es decir, llegaría a 39 o 40 por cada cien mil habitantes (pccmh).
En el 2004, es decir hace 14 años, ya habían pasado los primero dos años del gobierno del expresidente nacionalista Ricardo Maduro Joest, y con la Ley Antimaras y Padillas se libró una batalla contra estas organizaciones criminales.
Con Óscar Álvarez al frente, en el 2004 se cerró con una tasa de 30.7 homicidios pccmh, que para aquel entonces era alarmante, pues la media internacional es de 8.8 muertes violentas por pccmh.
Aun así la toma de territorios, enfrentamientos armados, el mal llamado “impuesto de guerra” y el sicariato, sobre todo en motocicleta al estilo colombiano, se incrementaron en el país.
Maduro entregó en enero del año 2006, hace 12 años, una tasa de homicidios obtenida en su último año de gobierno, es decir en el 2005, de 37 pccmh, frenando el desborde de la criminalidad que se desataba en Honduras.
El 27 de enero de 2006 asumió el gobierno del Poder Ciudadano, de Manuel Zelaya Rosales, sin una estrategia de seguridad definida, provocando que la delincuencia común y organizada se fortaleciera, llegando en su primer años a 46.2 homicidios pccmh.
Para el 2007 Zelaya Rosales ya tenía una tasa de homicidios de 49.9 pccmh y la violencia en las calles ya parecía insostenible, ya las masacres, los cadáveres metidos en costales y los enfrentamientos a bala viva eran parte de la vida de los hondureños.
En el 2008 la cifra subió 57.9 y al final de su gobierno, cuando la crisis política, ya estaba en 66.8.
Con la llegada de Roberto Micheletti y la crisis política que se vivía en el país la violencia subió más de diez puntos, pasando a 77.5 en el 2010.
Migdonia Ayestas, directora del ONV-UNAH, refirió que el 2011, en el gobierno del expresidente Porfirio Lobo Sosa, fue cuando hubo la mayor cantidad de homicidios, llegando a tasas de 86.5 pccmh, y al terminar su periodo en el 2014 llegó a 68.
Según Ayestas, para el 2013, 2014 y 2015 ya se comenzaron a ver algunos decrecimientos, pasando de 86.5 pccmh, a 43.6 en el 2017, y eso ha sido importante.
Estrategias
Durante el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández se han creado muchas estrategias de control y represión del crimen que han servido para tener estos resultados, permitiendo la prevención del delito.
Entre estas están la extradición de narcotraficantes, la captura de funcionarios, de policías vinculados al crimen, eso manda un mensaje de que Honduras debe trabajar en judicializar a todo aquel que esté vinculado al crimen organizado.
Datos aproximados del ONV-UNAH, debido a que todavía falta el cierre de diciembre y validar noviembre, indican que este año en promedio están perdiendo la vida entre 10 y 11 personas a diario, y hay entre 280 y 320 muertes violentas mensuales. Cuando la tasa de homicidios se registraba en 86.5, las muertes diarias eran de 20 personas.
La tasa nacional de homicidios proyectándola con los casos del mes de diciembre será de 40 pccmh, según el ONV-UNAH.
“En todo el año está disminuyendo 3.6 por cada cien mil habitantes y ese esfuerzo es importante, porque el promedio es como un 5% de muertes menos. Es un logro importante, pero no va a bajar de 40 por cada cien mil habitantes”, enfatizó.
Analizó que a pesar de que las cifras siguen disminuyendo, es de resaltar que la baja no es significativa y que el crimen organizado se está recomponiendo.
Tampoco se han concretado los resultados del esfuerzo contra las maras y pandillas, las que siguen ampliando su territorio por otros municipios que se vuelven problemáticos, porque aparecen entre los más violentos.
Los departamentos de Francisco Morazán y Cortés son los que aportan el mayor porcentaje en la tasa de homicidios.
Esto se debe a que el actuar de los grupos criminales está concentrado en estos lugares, igual que el de las autoridades, dando pie a enfrentamientos.
El tipo de instrumento de muerte sigue siendo el arma de fuego, entre el 70 y 75% de los casos, seguido de arma blanca y objetos cortopunzantes.
Jaír Meza, vocero de la Secretaría de Seguridad, coincidió en que “este año vamos a tener entre cuatro y tres puntos menos en comparación con el año pasado, es decir entre 38 a 40 homicidios por cada cien mil habitantes”.
Resaltó que los resultados son parte del esfuerzo que han realizado los entes de seguridad del Estado por medio de la Fuerza de Seguridad Nacional Interinstitucional (Fusina) a través de la Operación Morazán.