Intervenidos amanecieron ayer los cuatro centros de internamiento para menores infractores del país.
En las últimas 72 horas, los pandilleros de la 18, internos en el centro Renaciendo, en Támara, Francisco Morazán, han tratado de agredir a los miembros de la mara Los Chirizos, al grado que les incendiaron una carpa que les habilitaron las autoridades en el exterior de la institución.
Santos Nolasco, portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), declaró que la intervención fue ordenada por las máximas autoridades del gobierno a través de las autoridades del Instituto Penitenciario.
Recordó que el viernes se fugaron 29 integrantes de la mara Los Chirizos, quienes intentaron huir de los pandilleros de la “18”, pero fueron recapturados 27.
Mientras que la noche del viernes el conflicto continuó y durante dos horas los mareros se lanzaron piedras entre sí, resultando tres pandilleros de la 18 heridos. Ayer por la mañana la reyerta continuó, por lo que “todos los centros para menores fueron registrados de manera simultánea”, afirmó Nolasco.
En el centro El Carmen, de San Pedro Sula, las autoridades decomisaron varias armas blancas, equipos de sonidos, entre otros objetos. En el centro Sagrado Corazón no encontraron armas de ningún tipo, pero en el centro Renaciendo “al momento en que ingresaron los efectivos a hacer el respectivo registro hubo disparos desde la parte interna en donde están los detenidos”, aseguró.
El teniente coronel afirmó que de los disparos hechos por los internos, dos menores resultaron heridos, por lo que fueron trasladados al Hospital Materno Infantil.
En la intervención de los centros participan: personal del Ministerio Público, Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), Policía Militar, Fusina y el Instituto Penitenciario, acompañados por procuradores del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) y El Mecanismo Nacional de Prevención contra la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos Degradantes (Conaprev).
El militar sostuvo que a los menores se les va a “aplicar la fuerza cuando sea necesario, porque ya encontramos armas, entre ellas tres chimbas, un revólver calibre 38 milímetros, ocho cartuchos para escopeta 12 y ocho proyectiles para el arma de fuego decomisada, así como una bolsa que contenía marihuana.
“Son armas que pueden causar mucho daño, por lo tanto hay un gran riesgo a nivel de ellos y a nivel del resto de los grupos que están acá y el objetivo es retirar esas armas”, sostuvo.
Nolasco explicó que la intervención también tiene como objetivo recuperar el control de los centros para menores y después regresárselo al Instituto Penitenciario.
Piden sacar a Los Chirizos
Los menores infractores afirmaron que no tienen ningún problema con los militares y policías, sino con sus rivales Los Chirizos.
“Lo único que queremos es que se los lleven de aquí, queremos estar solo nosotros”, dijo uno de los pandilleros de la 18. De los más de cien internos de ese centro, 49 son miembros de esa pandilla.
Según los infractores, su malestar es que sus rivales no respetan a sus visitas “empiezan a enamorar o a insultar a la visita, les dicen que las van a matar”. Lo que queremos es estar sin preocupaciones de que no le va a pasar nada a nuestra familia al salir de aquí, es todo lo que queremos, dijeron. Afirmaron que no tienen armas de fuego en su poder.
En los últimos días se han suscitado varios incidentes en algunos centros penales de Honduras.
El pasado viernes se fugaron del Centro de Detención para Menores Renaciendo, en el Valle de Amarateca, 30 jóvenes de la banda Los Chirizos. De estos, 28 fueron recapturados y dos aún continúan prófugos.
Mientras tanto, en el Centro Penal Marco Aurelio Soto este sábado se fugaron seis reos, de los cuales cinco fueron fueron recapturados, informaron fuentes penitenciarias.
