El llanto de las personas, que están sentadas frente al féretro que tiene colocada una fotografía de graduación, se confunde con los cantos.
Muchos siguen consternados por la trágica forma en que murió el joven que acababa de recibirse como Bachiller en Ciencias y Letras.
La pasión de Adán Francisco eran las patinetas y el mayor de sus sueños era representar a Honduras en un concurso en Perú, pero estar en el lugar equivocado, con las personas equivocadas, lo llevó a la muerte.
Según testigos, el joven se encontraba departiendo con unos amigos en la colonia Nueva Suyapa de la capital cuando uno de sus conocidos, que es agente activo de la Policía y que se encontraba gozando de su día libre, le disparó de forma accidental.
Hasta el momento se desconoce la identidad del uniformado que habría cometido el hecho.
La Policía Nacional emitió un comunicado donde informaron sobre la conformación de un equipo de investigación liderado por expertos de la Dirección Policial de Investigación (DPI) para establecer las verdaderas causas del incidente.