OMOA, HONDURAS.- En la comunidad de Tulian Río en Omoa, Cortés, hay luto por la muerte de María Marín, una hondureña que falleció por causas naturales y que hace algunos días había experimentado la felicidad plena al reencontrarse, 37 años después y mediante videollamada, con su hijo.
El reencuentro entre madre e hijo ocurrió porque Walter Santana Marín, quien reside en Washington, Estados Unidos, pidió ayuda para localizarla en Honduras, pues desde que tenía 6 años no volvió a tener noticias de ella.
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“Ella me dejó cuando apenas tenía seis años, mi padre agarró para un lado y mi madre para otro, a mí me dejaron con un vecino. Mi deseo es encontrarla donde ella se encuentre”, pidió, muy ilusionado, el hondureño.
Días después de que el hombre lograra reencontrarse con su progenitora, el estado de salud de doña María empeoró y se confirmó su deceso en un hospital de Siguatepeque. Su esposo, Valentín Quintano Mendoza, confirmó el deceso.
“Ha fallecido y no nos queda sentimiento que no hemos luchado con ella, hace tres años luchamos con su enfermedad, Dios la tenga en su reino, pues era fiel creyente de la Iglesia Católica”, contó Valentín.
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María Marín murió por causas naturales en un hospital de Siguatepeque, pero en sus últimos días de vida contó con el respaldo moral y económico de su hijo.
Su cuerpo ya fue entregado a sus familiares, quienes a pesar del dolor le dan gracias a Dios por permitirle volver a ver a su hijo.
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