La Policía Nacional presentó un informe sobre la depuración de la entidad en 2013 con algunas incongruencias, pues considera a efectivos muertos como parte de los separados por anomalías.
En el reporte se indica que, como parte de la depuración, se entregaron 748 resoluciones de separación de elementos el año pasado y entre estas a 77 por causa de muerte; 4 por jubilación y 6 por incapacidad permanente.
Esto indica que la Policía Nacional considera depuración cuando un policía muere o sufre un accidente y no pueden trabajar. El informe fue presentado por el director de la Policía Nacional, Ramón Antonio Sabillón.
De 748 elementos separados en 2013 apenas 27 eran oficiales y el resto, 721, son de escala básica o personal auxiliar.
Pese a que la limpieza en la institución no toca a la cúpula y toma en cuenta casos de muerte, Sabillón aseguró que “la depuración de la Policía Nacional es un hecho real que significa la transformación de la institución”.
Sin dar más señas, Sabillón aseguró que entre los destituidos el año pasado hay 316 debido a “incompetencia en el cumplimiento de sus funciones”.
Detalló que hubo 244 depurados por abandono injustificado del servicio, de los que 6 son oficiales y 238 de la escala básica, mientras que de los 185 por retiro voluntario, 11 son oficiales, 171 de la escala básica y 3 de personal auxiliares.
Un hecho importante que Sabillón Pineda destacó es que existen 12 miembros de la Policía de la escala básica que fueron separados por tener auto de prisión y otros 12 por existir una sentencia firme condenatoria en su contra.
Recalcó que en relación a las pruebas de confianza, 44 miembros de la institución, todos ellos de la escala básica, fueron separados el año anterior, mientras que 117 están en proceso de notificación a la Dirección General de la Policía.