SAN PEDRO SULA, HONDURAS
Acribillados por sicarios que se habrían hecho pasar como agentes de la Policía Nacional murieron ayer una pareja de esposos y su hijo mayor en la residencial Bella Vista, de San Pedro Sula.
La tranquilidad del exclusivo vecindario sampedrano se vio interrumpida a eso de las 10:00 de la mañana por una nutrida balacera ocurrida al interior de la lujosa vivienda ubicada en la 34 avenida, 36 calle.
Al menos cuatro sujetos fuertemente armados, de alguna manera no especificada por la Policía, pudieron abrir el portón principal del inmueble y haciéndose pasar como policías ingresaron a la casa.
Los acribillaron en la sala
En la sala de la vivienda estaban la pareja de ancianos y su hijo mayor y tras tener contacto visual con ellos, sin entablar plática alguna, dispararon a quemarropa.
Los occisos fueron identificados como Óscar Paredes, de 65 años, su esposa Janeth Merren Fúnez, de similar edad, y su hijo David Paredes Merren, de 35 años; sus cadáveres quedaron tirados en la sala de la opulenta vivienda.
Los vecinos escucharon varias detonaciones, por lo que de inmediato llamaron al 911 y al poco tiempo llegaron las patrullas, pero los criminales ya habían escapado del lugar.
Dos escaparon del ataque
Pero en la casa no solo estaban los tres fallecidos, según datos policiales, en ella también estaban dos hijos más del matrimonio; estos decidieron saltar un muro perimetral de la propiedad para escapar de los sicarios.
Una de las hipótesis que cobró fuerza en la escena del crimen es que la masacre podría ser por ajustes de cuentas relacionado con un ciudadano hondureño que fue extraditado a los Estados Unidos.
“Por lo que se mira en la escena, tendría que ver con alguna enemistad, alguna venganza, por la violencia que se observa en la escena”, expresó el comisionado de Policía, Adolfo Ordóñez.
El alto jefe policial afirmó que posiblemente “tendría que ver con una persona extraditada, es una de las hipótesis que tenemos, estamos trabajando con los equipos de inteligencia para poder corroborarla”, aseveró Ordóñez.
Según investigaciones, dos de los occisos son parientes de Marco Antonio Merren Fúnez, quien fue pedido en extradición por los Estados Unidos y que se entregó a las autoridades de ese país en 2015.
Se iban a mudar
Personas residentes en ese sector de la ciudad manifestaron que la familia Paredes Merren tenía al menos un año y medio de residir en esa vivienda, la cual alquilaban, pero aseguraron que no se relacionaron con ninguno de los vecinos. Asimismo comentaron que solo miraban que a la casa ingresaban diferentes vehículos y nada más. Las autoridades detallaron que al entrar a la lujosa casa había dos vehículos, una camioneta color negro, marca Kia Sportage y en otro garaje había otra camioneta marca Range Rover, al parecer blindada, que se supone era en la que se movilizaba David Paredes Merren.
Además, en las habitaciones de la casa estaban varias maletas y cajas selladas, por lo que al parecer la familia estaba a punto de abandonar la casa. Al lugar no se hicieron presentes parientes de las víctimas y los tres cadáveres fueron llevados a Medicina Forense.
