TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La simple y rutinaria detención de un ciudadano terminó con la vida de un jovencito a manos de un agente de la Policía Nacional.
El hecho se registró la tarde del miércoles en el sector dos de la conflictiva colonia Villa Nueva, de la capital, en el momento que varios agentes policiales intentaban arrestar a un joven, a petición de su padre.
Don Marlon Santos, progenitor del malogrado joven, fue hasta la estación policial de Villa Nueva para que le ayudaran a llevar a su hijo a un centro de rehabilitación, ya que tenía serios problemas con el alcoholismo.
Los uniformados accedieron a ayudarle al hombre que solicitó sus servicios y se trasladaron hasta el sector dos de la citada colonia.
Marlon Fernando Santos Martínez, que recién el 11 de febrero había cumplido 18 años, se había refugiado en la casa de su novia y hasta ahí llegó su papá y los policías para poder convencerlo para platicar y buscarle ayuda médica y profesional.
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Un policía preventivo disparó
Al tener contacto con él, Marlon Fernando en actitud amenazante sacó unos pedazos de hierro para no ser arrestado, pero su papá se abalanzó sobre él para evitar que lastimara a los policías y hacer más grande el problema.
En ese momento un agente policial disparó su arma, hiriendo en el pectoral izquierdo al muchacho.
Ensangrentado y con una herida de gravedad, fue subido a la patrulla 549 para llevarlo al Hospital Escuela, pero a la altura de la colonia Miraflores, expiró.