De acuerdo a las informaciones, los jóvenes mantenían privados de su libertad a los empleados de ente por lo que se necesitó la intervención de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE).
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Los jóvenes aprovecharon el ingreso de los supervisores de seguridad a un dormitorio, quienes fueron víctimas de torturas y robos por los privados de libertad.
Asimismo, los menores metieron a una fémina a otro dormitorio y le intentaron quitar la ropa. Al Director del Centro Renaciendo, Manuel Caballero Mejía, lo agredieron con varios objetos contusos.
En la acción participaron 35 agentes de Policía asignados a la DNFE, donde procedieron a abrir el portón principal de acceso a la institución, los cuales fueron recibidos con objetos cortopunzantes y contusos.
En consecuencia, las autoridades tuvieron que hacer uso de la fuerza para lograr someter a los atacantes. En la acción, dos agentes de policía salieron gravemente heridos, pero se mantienen estables en un centro médico asistencial.
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