TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Haberse mudado de una colonia a otra le habría costado la vida a tres personas que fueron asesinadas en la colonia La Rosa de la capital.
Hacía 33 días que los vecinos de esta zona, localizada al sur de Comayagüela, habían sido testigos de la última masacre en la que perdieron la vida tres jóvenes. La madrugada del domingo, la historia se volvió a repetir en este lugar.
Vecinos del conflictivo vecindario se despertaron alarmados al escuchar las ráfagas de disparos que duraron por unos segundos, a eso de las 4:40 de la mañana.
Debido a la alta peligrosidad de la zona, ninguno de los colonos tuvo el valor de salir de sus casas para cerciorarse de qué era lo que había ocurrido.
Fue hasta alrededor de las 5:40 de la mañana, cuando comenzó a aclarar el día, que varios vecinos, aún con el asombro, salieron de sus viviendas para encontrarse con la dantesca escena de muerte.
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En un estrecho callejón que comunica con la colonia Flor del Campo, entre la parte trasera de un vehículo y un poste del tendido eléctrico, tres cuerpos, muy cerca uno del otro, yacían sin vida.
Las tres personas fueron acribilladas a disparos. Entre ellas una mujer y dos hombres, uno de ellos perteneciente a la comunidad LGTBI.
Las autoridades policiales llegaron al cabo de unos minutos y al consultarles a los vecinos si los fallecidos eran del lugar, algunos manifestaron desconocerlos.
El área fue acordonada por los agentes para poder realizar el levantamiento de ley, mismo que terminó unas horas después.
¿Quiénes eran?
Al inspeccionar entre sus pertenencias, uno de los fallecidos tenía documentos personales en sus bolsillos.
Este fue identificado como Óscar Manuel Rodríguez Cruz, de 27 años de edad, a deducir por su número de identidad, era originario del Distrito Central.
La mujer fue identificada en la morgue como Yadira Andino, una joven residente en la colonia Flor del Campo.
El otro hombre fue reportado como desconocido por la Policía Nacional y de igual manera así fue ingresado a la morgue del Ministerio Público.
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Una de las vecinas de La Rosa manifestó que “no los conocemos, sólo escuchamos la balacera como a las 4:40, pero uno mejor se encierra”, señaló.
Al parecer, las víctimas residían en la colonia Flor del Campo, colindante con la colonia La Rosa.
Este hecho podría ser una de las causas que trajo su muerte, ya que en las dos colonias impera el dominio de dos pandillas distintas: La Rosa es dominada por la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Flor del Campo por la Pandilla 18.
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El haber cruzado esa línea de fuego, la frontera entre ambas colonias, sería uno de los motivos de la violenta muerte de los tres hondureños.
A la escena de muerte no se hicieron presentes familiares de ninguno de los fallecidos, fue hasta en horas de la tarde del domingo que parientes se acercaron a Medicina Forense para indagar si se trataba de sus deudos.
