TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Varias mujeres se acercaron, una tras otra, para ver en el interior de la camioneta que estaba estacionada y llena de disparos... Albergaban la esperanza de que todo fuese mentira, pero al confirmar que en ella viajaban sus familiares se abrazaban entre sí y lloraban impotentes.
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“¿Por qué?, ¿por qué?”, gritaba una de ellas desesperada, mientras golpeaba el carro, ante la vista conmovida de algunos pobladores que se acercaron al lugar tras escuchar la ráfaga de más de 100 disparos que se contabilizaron en la escena.
En el ataque violento ocurrido el sábado 25 de febrero de 2023 murieron dos hombres y una mujer, mientras que un niño que resultó herido fue trasladado a un centro médico. De momento, las víctimas no han sido identificadas, pues los parientes se llevaron sus cuerpos antes de que las autoridades hicieran el levantamiento respectivo.
El hecho sangriento antes descrito se registró en el municipio de Sabá, en el departamento de Colón, al norte de Honduras y se convirtió en la muerte múltiple número siete en lo que va del año.
Con este nuevo crimen, además son 22 los hondureños que han perdido la vida en masacres en ese mismo periodo de tiempo. Y de esos, siete eran mujeres, un grupo fuertemente golpeado por la violencia en el país.
Hombres, mujeres y niños, nadie está exento
Aunque ellas no son las únicas en el listado de víctimas, pues también se encuentran hombres de todas las edades, desde adultos de 50 años hasta jóvenes y un niño de entre 11 y 12 años, llama la atención la cantidad de féminas ultimadas en medio de estos ataques numerosos.
Precisamente, la primera muerte múltiple del año fue contra tres mujeres en la comunidad garífuna de Travesía, en el municipio de Puerto Cortés, departamento de Cortés.
A Cristy Fabiana Espinoza, Janahira Castillo y Ana Castillo las asesinaron en la orilla de la playa el domingo 15 de enero. Personas que transitaban por la zona encontraron los cuerpos cuando eran golpeados por las olas del mar y dieron parte a las autoridades, quienes confirmaron que Janahira y Ana eran primas.
La segunda masacre fue el sábado 28 de enero , es decir, menos de 15 días después en la aldea Guarumal, de Cabañas, Copán, al occidente de Honduras.
Ahí perdió la vida otra mujer identificada como María del Carmen Pérez (40) y dos hombres: Orlin Orellana Pérez (25) y Elder Joel Martínez Morales (27). Un menor de edad fue trasladado hasta un centro asistencial con heridas de gravedad.
Los cuerpos quedaron al interior de una vivienda, hasta donde hombres armados llegaron con armas de fuego y machetes para asesinarlos.
La quinta mujer asesinada en masacres se reportó en la siguiente muerte múltiple ocurrida el 2 de febrero en Cayo Blanco, Juticalpa, Olancho . Ella respondió al nombre de Emérita Nuemy Acosta Palma (39) ya su lado también fallecieron Marlon Orlando Casco Zúñiga (46) y Marcelino de Jesús Cruz Alfaro (50).
Massiel Martínez, es el nombre de la sexta fémina ultimada en medio de la ola de asesinatos múltiples. Ella perdió la vida el 13 de febrero, un día después de ser atacada junto a David Guardado Zelaya, Encarnación García Guerrero y Dustin Arteaga Lerio. Encarnación Guerrero era subcomisionado de la Policía Nacional en La Mosquitia, Gracias a Dios.
El crimen ocurrió en horas de la madrugada en la colonia Ponce de Olanchito, Yoro.
Las siguientes masacres ocurrieron con apenas horas de diferencia: el 19 de febrero un hombre y sus dos hijos fueron asesinados mientras dormían en la aldea Chupucay, en San Miguelito, Intibucá.
Dos de las víctimas fueron identificadas como José Adín Vásquez Vásquez (22) y Jimmy Alexander Vásquez Sánchez, un menor de aproximadamente 11 años.
Un día más tarde, el 20 de febrero, la comunidad de El Novillo, en Las Vegas, Santa Bárbara, se consternó por el crimen contra otro padre, hijo y un familiar cercano.
Cifras alarmantes
Con lo antes descrito, la situación no deja de producir preocupación en el país, pues hasta el momento, solo una persona ha sido detenida como sospechosa de participar en uno de estos asesinatos múltiples (en el caso de Travesía), del resto se desconoce la identidad de los hechores, su paradero y el móvil de los crímenes.
Además, solo tres masacres separan el recuento de este año con las ocurridas en el mismo periodo del año pasado, pues al cierre de febrero de 2022, 10 asesinatos masivos se reportaban en Honduras, con iguales resultados que ahora: impunidad.