TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En la cárcel seguirán dos mujeres acusadas por el Ministerio Público de mantener cautiva durante cuatro años a una menor a la que obligaban no solo a trabajos forzados y abusos sexuales, sino también a que quedara embarazada.
La Unidad Contra la Trata, Explotación Sexual, Comercial y Tráfico de Personas (UTESCTP), tras audiencia inicial, logró que a ambas acusadas, Miriam Carolina Guido Espita y Jabaida Suazo Cuevas, se les dictara auto de formal procesamiento y prisión preventiva.
Las mujeres fueron capturadas el pasado 24 de junio mediante un allanamiento ejecutado por la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) en la comunidad Pusuaya del municipio de Puerto Lempira, Gracias a Dios.
Son imputadas como coautoras del delito de encubrimiento de violación agravada, trata de personas con la finalidad de provocación de embarazo forzado agravado en concurso real y el delito de explotación sexual de menores de edad agravada.
Se llevaron a la menor bajo engaños
Según la investigación, en marzo de 2019, la menor fue llevaba desde San Pedro Sula, Cortés, hasta la comunidad de Pusuaya, por Miriam Carolina Guido Espita, quien, aprovechándose de la cercanía con la madre de la menor, bajo engaños la quitó prestada por tres meses para llevarla a La Mosquitia.
La menor fue enviada hasta La Ceiba, Atlántida, en compañía de Jabaida Suazo Cuevas y posteriormente se les unió Miriam Carolina, ahí comenzó la tortura.
A la menor no se le permitía salir, además fue obligada a realizar labores domésticas todo el día y si se negaba a hacerlo era sometida a agresiones físicas y verbales, además la mantenían en un cuarto donde era abusada sexualmente de forma constante por un hombre con orden de captura, agresiones que se daban con el conocimiento y consentimiento de Miriam Carolina.
Tras los abusos, la menor quedó en estado de embarazo, sin recibir un adecuado seguimiento médico, dio a luz a un varón que, al poco tiempo de nacido, falleció de manera espontánea.
Tras la muerte del bebé, la menor quería regresar con sus padres a San Pedro Sula, pero la imputada le contestó que si quería regresar debía quedar embarazada nuevamente.
Fue en una de las pocas ocasiones que la menor salió de la casa que logró comunicarse con su padre y contarle los abusos, por lo que este logró rescatarla e interpuso la respectiva denuncia, por la cual se generó el allanamiento que fue apoyado por la Fuerza Naval y Fuerza Aérea.