TELA, HONDURAS.- Una salida a la playa para despedir el año fue la última que hicieron tres novicias del convento Nuestra Señora de Fátima, de La Paz. Las tres jovencitas encontraron la muerte por sumersión cuando disfrutaban de un chapuzón en el mar en la aldea Triunfo de la Cruz en Tela, Atlántida.
Las fallecidas son las hermanas Heilin Cristina (15) y Heidy Pamela Núñez (18) y su compañera de convento Rubí Consuelo Mendoza (27). Las tres jóvenes se ahogaron la tarde del domingo en la playa conocida como Trinity de la referida aldea.
Las autoridades del Cuerpo de Bomberos informaron que las novicias estaban bañando en el mar cuando un torbellino originado por las olas las impulsó hacia adentro y no pudieron salir. Elementos de ese cuerpo de socorro, con ayuda de pobladores del lugar, sacaron a las féminas, pero cuando le dieron los primeros auxilios ya no tenían signos vitales.
Los familiares de las jóvenes quienes ayer llegaron a la morgue forense a reclamar sus cuerpos, dijeron que las tres estaban internas en el convento Nuestra Señora de Fátima, donde estudiaban para formarse como religiosas.
Manuel Núñez, quien es el papá de las hermanas Heilin y Heidy, dijo que es “un momento muy doloroso, estamos con el corazón deshecho, pero con las ganas de seguir luchando porque Dios así lo quiso, nosotros se las entregamos a él y la voluntad de él se cumplió así, la misión de ellas se terminó aquí, pero nosotros seguimos luchando porque tenemos dos niños por quien luchar”.
Heidy tenía tres años de estar en el convento y Heilin un año. “Las dos eran muy inteligentes, nos sentimos orgullosos de ellas y agradecemos a las personas que se han solidarizado con nosotros”, expresó Núñez.
Manifestó que sus hijas andaban relajándose en la playa como despedida de fin año porque la otra semana ya iban a gozar de sus vacaciones “y no sé cómo pasó y al final eso ya no interesa, es segundo plano y lo que iba a pasar ya pasó”.
El papá de las hermanas indicó que andaba una religiosa del convento a cargo de las jóvenes “y ya son cosas del destino porque ella (la religiosa) no iba a querer eso, porque las quería mucho y no nos queda más que pedir a Dios”.
Recordó que sus hijas le decían que estaban en el monasterio para luchar y ser religiosas y detalló que la menor ingresó al convento siguiendo a la mayor. Heydi Pamela Núñez Castro cursaba el octavo grado y era excelencia académica, mientras que su hermana menor, Heilin Cristina, estaba en séptimo grado. En el caso de Rubí Mendoza era pasante del Bachillerato en Ciencias y Humanidades Acelerado.