Sucesos

Padre de universitario: 'Sus sueños y los de la familia quedaron truncados”

Los padres del joven Rafael Hernández, asesinado por mareros, pidieron que el crimen de su hijo no quede en la impunidad

25.05.2018

San Pedro Sula, Honduras
Con un profundo vacío en su corazón, pero con el deseo de que el crimen de su hijo no quede en la impunidad, doña Graciela Girón, madre del joven universitario asesinado el pasado jueves, se despidió de su hijo con la esperanza de reencontrarse con él algún día en la eternidad.

Se trata de Rafael Alexander Hernández, el estudiante de ingeniería eléctrica que presuntamente fue ultimado por miembros de estructuras criminales que operan en la colonia El Porvenir, del sector Lomas del Carmen.

La Policía investiga la hipótesis de que el joven fue asesinado porque a un pandillero de la zona le gustaba su novia.

Sobre esa versión, doña Graciela opinó que “yo no puedo decir nada respecto a eso. Hoy la situación en el país está tan difícil que en cualquier lado puede ocurrir ese tipo de situaciones”.

“Hoy me tocó a mi vivir esto en carne propia, pero esperamos que sirva de ejemplo para otros jóvenes de que hay cuidarse, protegerse y no exponerse”, dijo la madre del muchacho en medio de su profundo dolor.

Rafael Hernández, padre del joven victimado, dijo que no iba a dar declaraciones sobre las investigaciones de la Policía porque las autoridades no han tenido comunicación con ellos.

“Pedimos que el crimen de mi hijo no quede impune y queremos una sociedad más justa y que podamos vivir en paz y que la armonía regrese a nuestro país”, expresó Hernández.

Manifestó que lo que exigen es que la Policía haga su trabajo y “no les pedimos que nos ayuden, sino que hagan su trabajo y el trabajo será esclarecer las dudas que haya sobre el crimen”.

Hernández dijo que siempre le decían a su vástago que tuviera precaución donde quiera que anduviera para evitar el peligro y “lo hacía la mayor parte del tiempo, pero desafortunadamente nos pasó esto”.

Señaló que su hijo estaba dedicado a su profesión, a sus estudios y a obtener su título que “era la prioridad número uno para él, pero sus sueños y los de la familia quedaron truncados”.