Bladimir Espinoza, padre del ahora occiso, llegó a la morgue del Ministerio Público para reclamar el cadáver y relató a EL HERALDO cómo fueron los últimos días de su hijo, quien el pasado viernes festejó su cumpleaños y recibió como regalo suyo una camisa, misma que llevaba puesta la noche del ataque violento.
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'Yo le compré una camisa para el cumpleaños del 16 de octubre y hasta ayer la estrenó. Andaba como esos niños cuando les regalan algo', empezó contando Espinoza.
Además, recordó que horas antes del crimen le entregó la camisa a su retoño, ya que el día del festejó llegó tarde por su trabajo.
''¡Uuuy, papi... qué tumbada! (bonita) ¿Me la va a regalar?', dijo. 'Sí, es tuya le dije'. 'Cuando salga de chambear (trabajar) me la voy a poner', me contestó'.
También explicó que minutos después se fue a dormir porque estaba cansado, pero su hijo lo despertó para contarle que estaba estrenando la prenda y que necesitaba que le prestara su motocicleta.
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''Papi, présteme la moto, voy a ir a dar una vuelta allá arriba estoy aburrido''. Él accedió a la petición sin imaginar que 10 minutos después un vecino llegaría a informarle la devastadora noticia del crimen.
Muy apesarado agregó: 'el problema de él es que bebía y fumaba marihuana. Y también, si él andaba con alguien, él se metía (en peleas)'.
Crimen
El joven fue asesinado de varios disparos en el sector dos de la colonia Villa Nueva de Tegucigalpa. La víctima fue interceptada por desconocidos, quienes le dispararon en reiteradas ocasiones.Su cuerpo quedó a la orilla de la calle, hasta donde llegaron los entes de investigación.
Sus familiares acudieron a la morgue de la capital para retirar el cadáver y darle cristiana sepultura.
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