El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla,
reaccionó este domingo tras hechos violentos registrados en las últimas horas en el departamento de Olancho,
al oriente de Honduras,
en los que 11 personas perdieron la vida.
“No podemos permitir que se llegue a un estado que no se pueda manejar por la Policía Nacional
y por el gobierno y que se pierda la gobernabilidad. No vamos a permitir que estas situaciones se sigan presentando' en Honduras, dijo Bonilla esta mañana a una radio local.
El funcionario anunció que a partir del lunes se reforzará la seguridad en Olancho
con el objetivo de reducir los índices de violencia que se han recrudecido en los últimos días,
para lo cual se desplazará un contingente encabezado por el director de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla.
'Vamos a imponer el orden en Olancho, no se puede permitir que esas situaciones se sigan incrementando”, advirtió.
De igual manera, manifestó que las investigaciones se centrarán en asuntos políticos, de madera, narcotráfico y pleitos familiares,
para esclarecer los asesinatos de decenas de ciudadanos.
Bonilla manifestó que urge regular la portación de armas en Honduras y se declaró a favor de reformas a la Ley de Portación de Armas.
'No hay necesidad de que un hondureño ande armado. El 90 por ciento de las muertes que se registran en Honduras
son generadas con armas de fuego,
es por eso que hay que tomar las medidas de tajo', expresó.
Agregó que “no es posible que a una persona se le autorice tener cinco armas. Solo pongámonos a pensar: si en una familia hay cinco miembros y cada persona se le autorizan cinco armas, habrán 25 armas en una sola casa. Eso no puede ser”.
El ministro de Seguridad enfatizó que para devolver la paz a Olancho, la fuerza policial que llegará en las próximas horas a la zona mantendrá operaciones el tiempo que sea necesario.
