Su sonrisa, su voz angelical y su jugueteos quedarán solamente en el recuerdo. Un abominable hombre se encargó de apagarlos para siempre.
Entre la impotencia y la indignación, los habitantes de la comunidad de Nueva Masicales, en el municipio de Trujillo, Colón, al norte de Honduras, le dieron el último adiós a la pequeña Maritza Nicol Antúnez Reyes
(4), quien fue salvajemente asesinada después de haber sido violada.
Niños, jóvenes y adultos; toda una comunidad unida por este dolor se congregó en el cementerio local para despedir el cuerpo de esta inocente alma, que fue encontrada muerta la mañana del pasado martes a orillas de una quebrada, luego de haber desaparecido desde la tarde del lunes pasado.
Este hecho que ha consternado a todo el departamento de Colón ha sido repudiado por diversos sectores que todavía no asimilan esta trágica noticia.
“Es lamentable lo que ha sucedido. Toda la comunidad está adolorida, no hay formas de explicar lo sucedido. Esto ha sido horrendo y solo un psicópata es capaz de cometer lo que se hizo”, lamentó Juan Ramón Martínez, dirigente de esta comunidad.
Era su única hija
Nolvia Marina Antúnez Reyes, madre de la pequeña Maritza Nicol Antúnez Reyes, entre lágrimas y angustias extraña la presencia de su único fruto; “ella era mi única hija, es triste y doloroso lo que me ha pasado, mi familia no se explica por qué le hicieron esto”, decía con impotencia esta madre.
“Ella era muy cariñosa, siempre jugábamos todas las tardes, me han quitado lo único que tenía”, decía entre el dolor la mujer.
La pequeña que vivía junto a su familia en una humilde vivienda era muy querida en esta localidad. “Siempre sus amiguitas venían todas las tardes a jugar con ella, se sentaban en una alcantarilla ahí hacia su tarde, y ahí fue la ultima vez que la vi, ahí quedó con sus amiguitas cuando yo me fui para la iglesia ese día que desapareció”, recuerda Felipe de Jesús Reyes, abuelo de la pequeña.
Un mar de lágrimas y una llamada profunda a las autoridades para que hagan justicia fueron expresiones que marcaron el triste adiós de esta pequeña, que era alumna de prekínder del Jardín de Niños de Gerardina Padilla Oliva.
Se salvó de ser linchado
Olvin Alexis Pavón Suárez, que fue capturado por las autoridades policiales, es el principal sospechoso de la muerte de esta menor. Este individuo que había llegado recientemente a la comunidad se salvó de ser linchado por los pobladores cuando encontraron el cuerpo sin vida de la menor.
“La gente se armó de palos y machetes y estaba decidida a ir a sacarlo de las celdas de la posta policial de Ilanga, pero fue trasladado a Trujillo”, dijo Juan Ramón Martínez, líder de esta comunidad.
El sospechoso fue presentado ayer en horas de la mañana a los tribunales de justicia de la ciudad de Trujillo. También se le investiga por el crimen del niño de cuatro años
que fue desmembrado en Yoro, lugar de donde es originario y en el que residía hasta hace unos días, según las autoridades.
En medio de este escenario de dolor y repudio, los habitantes de esta comunidad conservan la esperanza que las autoridades judiciales le apliquen todo el peso de la ley a este sujeto.
La comunidad de Nueva Masicales está ubicada en el margen izquierdo del municipio de Trujillo.