TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque entraron al negocio, ubicado en la colonia Kennedy de Tegucigalpa, utilizando cascos de motocicleta en la cabeza, para evitar ser identificados, los dos hombres que asaltaron a los empleados y clientes de una barbería ya fueron reconocidos por las autoridades, quienes se encuentran estableciendo las líneas de investigación respectivas.
Uno de los malvivientes murió cuando era llevado a un centro médico, mientras que el otro se encuentra siendo atendido en el hospital, con pronóstico reservado.
El fallecido fue identificado como Darwin Josué Espinal Flores, de 19 años de edad. Mientras que el nombre y demás datos personales del otro permanecen herméticos por seguridad, pero se presume que tendría 18 años.
El subcomisario Juan Sabillón, portavoz de la Dirección Policial de Investigación (DPI), dijo que estas dos personas tenían varias denuncias en su contra, por cometer asaltos en diferentes puntos de la colonia Kennedy desde horas tempranas de este mismo sábado 16 de diciembre.
Además, indicó que a los individuos se les presume responsables de pertenecer a la Pandilla 18, una temida estructura criminal que siembra el terror en varios puntos de Honduras.
Por otro lado, la motocicleta en la que se movilizaban cometiendo los asaltos a mano armada tenía reporte de robo, lo cual ya fue corroborado en la base de datos de la DPI.
De igual forma, Sabillón explicó que “cada uno de ellos portaba un arma de fuego, una tipo revólver y la otra tipo pistola”. El arma tipo revólver también tenía reporte de robo y se investigará su participación en diversos crímenes.
Dicha arma de fuego le fue robada días antes a un guardia de seguridad, según la información brindada por la DPI.
¿Cómo ocurrió el asalto en la barbería?
Las malvivientes llegaron a una barbería este sábado con la intención de despojar a todos los presentes de sus pertenencias. Uno ingresó al local y obligó a los hombres que estaban adentro a entregarles su dinero, teléfonos celulares y otras pertenencias, mientras los amenazaba con un arma.
El segundo delincuente se quedó parado en la puerta para vigilar que nadie pudiese entrar o salir.
Ambos ladrones, portaban cascos de motociclistas todo el tiempo, por lo que sus rostros nunca fueron captados por la cámara de video instalada en la barbería. Sin embargo, su ropa sí era visible.
Antes de marcharse, el que estaba parado cerca de la puerta disparó para intimidar a las víctimas, quienes se lanzaron al suelo con las manos en la cabeza, en señal de sometimiento y temor.
Afortunadamente, nadie resultó herido y los ladrones se marcharon a bordo de una motocicleta de color azul.
Fue entonces cuando la Policía fue alertada del robo y se activó el protocolo de seguimiento con las cámaras de seguridad del Sistema Nacional de Emergencias 911 y algunas patrullas motorizadas que estaban cerca.
Tras varios minutos de persecución e intercambio de disparos, los ladrones fueron alcanzados y desarmados en el bulevar Centroamérica, donde fueron después detenidos y llevados al Hospital Escuela, pero uno murió a causa de las heridas recibidas cuando intentaba escapar.
Ahora, las autoridades investigan a qué otros delitos podrían estar vinculadas ambas personas.