SANTA BÁRBARA, HONDURAS.- La violencia volvió a manchar las instalaciones del centro penal de Ilama, en el departamento de Santa Bárbara, el cual es conocido a nivel nacional como “El Pozo”, luego de que seis privados de libertad fuesen asesinados.
El crimen ocurrió a en horas de la mañana del pasado lunes 4 de julio, cuando las autoridades penitenciarias encontraron los seis cadáveres tendidos en los pasillos.
Tras el dantesco hallazgo, las autoridades informaron a los medios de comunicación que los reos se encontraban en el módulo 5 de la sección “Procesados”, donde se encuentran recluidos los miembros de la Pandilla 18.
Los fallecidos fueron identificados como Óscar Geovany Fúnez Maldonado, Román Alberto Valladares Olivera conocido como “El sin piedad”; Ramón Isaac Padilla Sorto, Marlon Alexander Mejía Varela, alias “Escopeta”, Rafael Antonio Amador Corea, alias “El Grosero” y Brayan Alexander Cardona Ramos conocido como “El Zombie”. Todos integrantes de la estructura criminal antes mencionada.
Fúnez Maldonado ingresó a la cárcel el 15 de marzo de 2021, Amador Corea el 12 de junio de ese mismo año, Padilla Sorto el 15 de marzo de 2017; Valladares Olivera el 8 de agosto de 2019, Mejía Varela el 16 de agosto de 2021 y Cardona Ramos el 15 de marzo de 2017.
Según los reportes, dichos individuos estaban guardando prisión por los delitos de asociación Ilicita, atentado, robo de vehículo agrabado, privación injusta de la libertad, secuestro y robo agravado continuado. Además, extorsión, tentativa de homicidio, almacenamiento de arma de uso prohibido y tráfico de drogas.
Según las autoridades, la causa de muerte fue por estrangulamiento, luego de una pugna protagonizada por los mismos reos de la Pandilla 18.
Los cuerpos estaban en ropa interior, por lo que se cree que se encontraban durmiendo cuando fueron sacados de las celdas, donde estaban ubicados de dos en dos.
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Causa
Según las últimas investigaciones, los seis pandilleros fueron ultimados porque estaban renuentes a seguir las instrucciones de los jefes de esa estructura criminal.
Además, fueron sometidos a torturas y prueba de ello es que los obligaron a sacarse la lengua y a que se las mordieran ellos mismos antes de estrangularlos. Las autoridades manifestaron que a los módulos donde están privados de su libertad los miembros de esa pandilla no tiene acceso la otra población de la cárcel, por lo que los familiares, que llegaron a la morgue a reclamar los cuerpos, pidieron una investigación que permita determinar lo ocurrido.
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